viernes, 24 de octubre de 2014

Capítulo 4: El manicomio


Carlota acaba de aparecer en la sala, poniéndose histérica al ver la cercanía entre Alexis, su prometido y Estela, su sobrina.



Carlota (furiosa): ¿Qué es lo que está pasando aquí?

Alexis: (levantándose) Carlota. Estaba dándole la clase de hoy a Estela. Justo estaba diciéndole las muchas… cualidades…

Carlota: (lo interrumpe) ¡No trates de tomarme por tonta Alexis! ¡Te vi acariciándole su cara, a punto de besarla! ¿Me estás engañando con esa perra ofrecida? ¡Respóndeme!

Alexis (sorprendido): ¿Pero de qué demonios estás hablando? Estás exagerando la situación.

Estela sonríe con malicia disimuladamente, pero finge estar apenada, por lo que levanta del sofá y agacha la cabeza.

Estela: Alexis te está diciendo la verdad tía Carlota. Él sólo me decía que era bonita e inteligente, porque en estas semanas que me ha dado clases, he aprendido muchísimas cosas. En ningún momento él se estaba propasando conmigo.

Carlota: ¡Tú no me digas nada, estúpida! ¡Maldita! Todo este tiempo eso es lo que has buscado de mi prometido. Te has acostado con él como una perra, prostituta barata. ¡Sucia descarada!

Carlota le lanza una sonora cachetada a Estela. Ésta se vuelve el rostro adolorida, se lleva la mano al cachete y se pone solloza. Alexis se interpone entre Estela y Carlota.

Alexis (molesto): ¡Ya basta Carlota! ¡Pasaste el límite! ¿Cómo te atreves a golpear a Estela de ese modo tan brutal?

Carlota: ¿Y todavía la defiendes? (Empieza a llorar de furia). ¡Tú eres otro maldito Alexis! (Lo golpea en el pecho). ¿Cómo fuiste capaz de cambiarme por esa sucia, igualada? ¿Cómo?

Alexis: (tomándola de las muñecas) ¡Basta Carlota! ¡Cálmate!

Carlota (histérica): ¡No me calmo! ¿Cómo quieres que me calme si me estás engañando con Estela? Todas esas clases para educarla siempre fueron una excusa para estar a solas con ella.

Alexis: Estás armando una escena de celos sin justificación. Vamos para el estudio. Hablaremos allí.

Alexis se lleva a la fuerza a Carlota para el estudio de la mansión. Una vez que Estela se queda sola, se ríe de su tía.

INT. / MANSIÓN DOS SANTOS, CUARTO DE JUANA / DÍA

Juana está en el baño, practicándose una prueba de embarazo. La chica se sorprende al ver que es positiva y se desespera.



Juana: ¡Esto no puede ser! ¡Maldición! (Tira la prueba de embarazo al piso). ¿Qué voy a hacer ahora? Tengo que hacer algo para deshacerme de este error que cometí. Tengo que probar, eso es lo único que me puede calmar.

Ella sale del baño. Busca entre los cajones de su mesita de noche la cocaína a la que se ha vuelto adicta, pero no la encuentra. Luego busca entre su armario, sacando toda la ropa, pero tampoco obtiene resultado.

Juana (desesperada): ¿En dónde la puse? ¡Tiene que estar por aquí!

En ese momento, Sebastián entra al cuarto. Juana lo mira respirando agitada.



Juana: ¿Qué haces aquí? ¡Lárgate, quiero estar sola!

Sebastián: Estás mal Juana. Si estás buscando la porquería que consumes, olvídate de ella porque ya me deshice tirándola por el retrete.

Juana (histérica): ¡Imbécil! ¿Cómo fuiste capaz? ¿Cómo husmeaste mis cosas? ¡Idiota! (Se agarra del cabello). ¿En dónde voy a conseguir ahora? Tengo que probar, me tengo que meter.

Juana está realmente descontrolada, su adicción por las drogas la ha alterado por completo y sale corriendo del cuarto. Sebastián sale tras ella, pero no le da alcance.

Sebastián: (gritando) ¡Juana, Juana! ¡Vuelve! ¡Si no regresas, hablaré con Estela! ¡Juana!

INT. / MANSIÓN DOS SANTOS, DESPACHO / DÍA

Alexis se encierra a hablar con Carlota en el despacho de la mansión. Carlota rompe a llorar.



Carlota: (llorando) ¿Cómo pudiste hacerme esto Alexis? ¿Cómo me pisoteaste acostándote con esa sucia, zarrapastrosa?

Alexis (calmado): Vas a hacer que pierda la paciencia contigo Carlota. Te he repetido desde que armaste esta escena tan absurda de celos que entre Estela y yo no hay nada. ¿Cómo quieres que te lo explique?

Carlota: Eso quieres hacerme creer, pero no soy tonta. He notado como la miras, como la elogias y ella no te es indiferente. La muy descarada se te mete por los ojos porque le gustas. Si entre los dos no ha habido nada, pronto lo habrá. ¿Crees que soy tarada? ¿Eso crees? (Gritando).

Alexis (furiosa): ¡Basta! ¡Ya no te pienso permitir que sigas dudando de mí! ¿Esa es la manera en que me demuestras tu amor? ¿Esa es la manera en que me amas?

Carlota: Ponte en mi lugar, mi amor. Yo te amo. Tú sabes perfectamente la inseguridad que tengo respeto a nuestra relación. Mi mayor miedo es que me dejes por otra mujer más joven y justo ese es el miedo que acaba de cumplirse. Te gusta Estela (Rota de dolor). Me cambiaste por ella.

Alexis (desesperado): Yo no he te he cambiado por nadie. ¿Cuándo lo vas a entender? Todo este tiempo te he sido fiel. ¡Sigues dudando de mí!

Carlota: Está bien, está bien. Te creo, ¿pero qué hay de tus sentimientos? ¿Sigues amándome como siempre me lo has dicho? ¿Verdad que no? Desde que empezaste a educar a Estela tu actitud hacia a mí ha cambiado. ¡Vamos! ¿Por qué no lo reconoces en mi cara?

Alexis: Esto no está funcionando. ¿Sabes qué? Lo mejor es que nos demos un tiempo y aplacemos la boda un par de meses más. Esto que está pasando cambia mucho las cosas entre nosotros.

Carlota: ¡Por favor, Alexis! ¡Eso no, no me hagas esto! (Se acerca a él y lo abraza a la fuerza). Te amo, no me dejes (Lo besa).

Alexis: Suéltame Carlota, aléjate de mí.

Carlota: No. Yo no me alejaré de ti. Tú eres mío, no me puedes abandonar (Comienza a desabotonarle la camisa mientras lo besa). Vamos a hacer el amor ahora mismo. Quiero que me hagas tuya.

Alexis: ¡Ya, no más! (Se aleja de ella). Entiéndeme, necesitamos darnos un tiempo para pensar que es lo queremos. No sigas haciendo las cosas difíciles, por favor. Ten un poco de dignidad, un poco de orgullo y no te humilles por mí.

Carlota (desesperada): ¡Pero te amo! Me estás matando de dolor Alexis. ¡Esto es algo que yo no puedo soportar!

Alexis: Tendrás que hacerlo quieras o no. Piensa bien todo Carlota.

Alexis sale del despacho. Carlota se derrumba en el piso a llorar desconsolada. Tiene el maquillaje corrido por las lágrimas.

Carlota: ¡Alexis! ¡Vuelve, mi amor! ¡Noooo!

La mujer sigue llorando desgarrada, abrazándose así misma.

INT. / MANSIÓN DOS SANTOS, SALA / DÍA

Alexis vuelve a la mansión. Estela al verlo, se acerca a él angustiada.



Estela: ¿Qué pasó Alexis? ¿Pudieron aclarar las cosas mi tía y tú?

Alexis: La verdad no Estela, creo que más bien empeoraron. Tu tía es una mujer demasiado compulsiva, celosa, desconfianza. Eso fue lo que más me dolió, desconfió de mi palabra y aún decía que me amaba.

Estela: (fingiendo pena) Qué lástima. ¿Entonces… terminaron?

Alexis: Sólo le pedí que nos diéramos un tiempo, para mirar cómo sigue desarrollándose nuestra relación. Vamos aplazar la boda que iba a ser dentro de un mes. Estela… Me gustaría que vinieras esta tarde a la disquera.

Estela (sorprendida): ¿A la disquera? ¿Por qué?

Alexis: Ya has aprendido bastante, por lo menos lo suficiente para desenvolverte en el mundo. Quisiera mirar ese talento de artista que tienes, mirar cómo puedo ayudarte a llegar alto con tu voz.

Estela: Podemos ahora mismo. Creo que estoy bien, no necesito ir a arreglarme. ¿Te parece?

Alexis: Bueno, pues si no tienes ningún problema, vamos (La mira con ternura).

Los dos salen de la mansión.

INT. / MANSIÓN DOS SANTOS, CUARTO DE ISABEL / DÍA

Isabel está sentada en la cama, consumiendo un poco de cocaína. En eso, entra Carlota histérica al cuarto. Isabel esconde la droga en un cajón y se limpia la nariz.



Carlota: ¡Maldita sucia! ¡La odio! ¡La odio, la quiero matar! (Tirando al piso todo lo que encuentra a su paso) ¡Desgraciada, perra! (Rompe a llorar).

Isabel: (acercándose a su madre) ¿Mamá, qué pasó? ¿Por qué estás así?

Carlota: ¡Ay hija! La zorra esa de Estela, me quitó a Alexis. ¿Te das cuenta? ¡Me lo quitó la muy sucia! Se le metió por los ojos, lo sedujo y era de esperarse que Alexis se fijara en ella, por ser más joven que yo. ¡La detesto! (Gritando furiosa).

Isabel: Mamá, por favor cálmate. Te puede dar algo, tienes mucha ira. Contrólate.

Carlota: ¿Y cómo puedo controlarme si me hierve la sangre? ¡Quiero tomar a esa estúpida del pelo y matarla con mis propias manos! Isabel, ella me arrebató a mi hombre. ¡Me lo quitó!

Isabel: ¿Pero cómo lo descubriste? ¿Qué fue lo que pasó?

Carlota: Entré a la sala hace varios minutos y los vi, cerca el uno al otro, riéndose entre sí y a punto de besarse. Llego unos minutos más tarde y los veo besuqueándose en mi propia casa. Lo peor es que Alexis prácticamente me terminó, me pidió un tiempo y aplazó la boda (Olfateando) Este cuarto huele raro…

Isabel (nerviosa): ¿Y a qué podría oler? Lo mejor es que hablemos con más comodidad en la sala, mamá. Le diré a Concepción que te prepare alguna bebida que te baje la tensión…

Carlota en ese momento, toma a su hija bruscamente de la barbilla y le mira la nariz, dándose cuenta que estaba consumiendo droga.

Carlota: (soltándola) ¿Qué significa esto Isabel? Tienes la nariz irritada con rastros de polvo blanco. ¿Qué te estabas metiendo? ¿Estás consumiendo drogas?

Isabel: Mamá, yo…

Carlota: ¡Cállate! (La cachetea) ¡Lo que me faltaba! Una hija drogadicta. ¿En qué momento caíste en algo tan bajo cuando siempre te di la mejor educación? ¿Quién te inició a probar esas porquerías?

Isabel: Nadie mamá (miente). Yo misma las busqué por curiosidad, por experimentar algo diferente. Te prometo que les dejaré.

Carlota: Me estás mintiendo. Puedo notarlo en tus ojos. ¿Quién te dio a probar? ¡Respóndeme! ¿Quién fue y desde hace cuánto?

Isabel: Te estoy diciendo que yo misma las probé sin que nadie me iniciara.

Carlota (furiosa): ¡No me mientas Isabel! ¡Respóndeme, dime la verdad!

Isabel: (llorando) Fue Juana. Ella me dio a probar hace unas semanas cuando estuvimos en una discoteca. Cedí porque a parte de que me estaba presionando, no quería quedar como una amargada.

Carlota: ¿Qué habré hecho para recibir una vida tan complicada? (Desesperada) Mi única hija cayendo en las drogas, pero no es para menos viniendo de esa ralea de sucios que tengo por sobrinos. Ahora mismo vas a tomar todas las porquerías que tengas escondidas y las vas a tirar por el retrete. Luego, empacas tus cosas. Te irás a un centro de rehabilitación por un par de meses para que recibas tratamiento.

Isabel: ¡No, mamá! Por favor, no me hagas esto. Yo no quiero ir a ningún centro de rehabilitación, por favor. Te prometo que no volveré a probar, ni a consumir. Me voy a deshacer de todas las que tenga, pero no me obligues a ir a un lugar de esos.

Carlota: Ese es el mismo cuento de todos los drogadictos, pero conmigo no va a funcionar. Empieza a hacer la maleta, mañana mismo comenzarás el tratamiento.

Carlota va a retirarse del cuarto, pero Isabel la detiene desesperada.

Isabel: ¡Espera, mamá! Escúchame, no me obligues a entrar a ningún tratamiento. Yo no soy una drogadicta. Puedo ayudarte a recuperar a Alexis sino me mandas al centro de rehabilitación.

Carlota: ¿Y cómo me vas a ayudar a recuperarlo? ¿Qué puedes hacer tú?

Isabel: Mucho, si me das la oportunidad de escucharme. Primero que todo, tienes que quitar a Estela del camino. Mientras ella esté de por medio, va a ser un obstáculo para ti. Yo tengo una manera en que podemos lograrlo, sólo escúchame.

Carlota se queda intrigada ante el plan de su hija.

EXT. / BARRIO / DÍA

Juana llega a una zona de Miami, poblada de indigentes y drogadictos que consumen todo tipo de drogas. La muchacha camina a pasos lentos observando algo nerviosa a su alrededor. En eso, se le acerca un joven vendedor de drogas.



Joven: ¿Qué andas buscando? Tengo de todo de lo que quieras probar, hasta alcohol.

Juana: Me gustaría solamente un par de sobres de cocaína. La necesito urgente. Ya no puedo abstenerme más.

Joven: Son diez dólares.

Juana (sorprendida): ¿Diez dólares? Pero si cuesta rete cara. Está bien, déjame ver cuánto tengo.

Juana saca su billetera del bolsillo, la abre y ve que dispone de unos cuantos billetes. Ella saca toda la plata y se la entrega a aquel joven. Éste le recibe y saca de su chamara varios sobres de cocaína, los cuales le entrega a Juana.

INT. / DISQUERA STYLE MUSIC / HORAS DESPUÉS

Alexis llega a la disquera con Estela. Los dos se bajan del ascensor. Mariana al verlos, los aborda algo apresurada.



Mariana: Por fin llegas Alexis. Tengo que darte una información importantísima. (Se percata de Estela). ¿Y quién es ella?

Alexis: Mariana, ella es Estela. Es una amiga que conozco hace algún tiempo, no te había hablado de ella. Es sobrina de Carlota.

Estela: (extendiéndole la mano) Hola. Me llamo Estela Martínez, mucho gusto.

Mariana: (correspondiéndole) Igualmente Estela. Yo me llamo Mariana, soy secretaria y también amiga de Alexis (La mira con suspicacia).

Alexis: ¿Qué noticia importante tenías que decirme Mariana?

Mariana: Recibí una llamada del señor Alfredo. Mañana llega de su viaje. Preguntó por ti, pero como no estabas, obviamente no te pude pasar la llamada.

Alexis: Está bien. Seguro también me llamó al celular, pero lo tenía apagado. Estaré en el estudio de grabación con Estela. Cualquier cosa, allá estaré.

Mariana: Entendido (Le sonríe forzada).

Alexis y Estela se retiran. Mariana no puede evitar sentir una sensación incómoda dentro de sí.

Mariana: Qué raro que Alexis no hubiera hablado de esa mujer. Ella no me da buena espina, más si es sobrina de la bruja de Carlota Dos Santos.

En el estudio de grabación, Estela está dentro de la cabina usando unos audífonos grandes y frente al micrófono. Alexis la observa a través del vidrio transparente junto con el supervisor de audio.

Supervisor: (a Estela) Pondré la canción que me dijiste. ¿Lista? 1, 2, 3...

El supervisor comienza a reproducir la pista de la canción "Crazy in Love" de Beyonce. La muchacha, con una pícara sonrisa en el rostro empieza a cantar la letra con una voz afinada y potente mientras baila acompañada de otras cuatro muchachas que realizan la coreografía y movimientos de Estela.




Alexis se queda deslumbrado ante el talento y la sensualidad de Estela. Los dos se miran de tal manera que crean una atracción mutua. Mariana observa desde la entrada del estudio, sin que nadie la vea y se queda sorprendida al ver la manera en que Estela baila, canta y mira de manera tan seductora a Alexis, pero más le indigna que Alexis le sonría.

INT. / MANSIÓN DOS SANTOS, CUARTO DE CARLOTA / DÍA

Carlota habla con por el teléfono inalámbrico. Isabel está sentada en la cama.



Carlota: Así es Doctor Alcaraz, no sé cómo, pero quiero que mi sobrina se quede por mucho tiempo encerrada en ese manicomio. Necesito hacerla pasar por una loca sin esperanzas de recuperarse. Quiero que la seden, que le apliquen electrochoques, que le hagan la vida un infierno y la vuelvan loca de verdad. Usted es el único que puede dar un diagnóstico creíble de que en realidad sí está enferma de la cabeza (Hace una pausa). Perfecto Doctor Alcaraz, sabía que podía contar con usted (sonríe). Le prometo que por este favor, va a recibir una jugosa cantidad de dinero. Hasta luego (cuelga).

Isabel: ¿Qué te dijo el Doctor Alcaraz, mamá? ¿Va a encerrar a Estela en el manicomio?

Carlota (feliz): Sí. Él se encargará de dar un dictamen médico de tal manera que deba ser internada con urgencia en el hospital psiquiátrico, por ser una "loca altamente peligrosa" (Burlándose).

Isabel: ¿Entonces es un hecho que nos vamos a deshacer de Estela?

Carlota: Por suerte así será. Esa sucia se va a arrepentir de haberse metido en mi camino. La enviaré al mismísimo infierno. ¿Te imaginas Isabel? La pobrecita encerrada en ese lugar tan espantoso, enloqueciéndose de verdad. Jajajaja. Me encantó tu idea, hija. Magnífica.

Isabel: ¿Eso quiere decir que ya no obligarás a ir a ninguna clínica de rehabilitación?

Carlota (recia): No, pero con una condición. Te queda prohibido volver a consumir en tu vida esas porquerías. ¿Entendido?

Isabel: Si mamá. Lo acepto. Te prometo que no volveré a probar.

Carlota: Más te vale y te queda advertida una cosa más. Nada de consumir a escondidas, porque tarde que temprano, me daría cuenta y te juro que no pasaría nada agradable para ti.

Isabel: Lo tendré muy en cuenta, no te preocupes. Cambiando de tema, ¿qué harás con Juana y Sebastián una vez que Estela esté encerrada en el manicomio? ¿Dejarás que sigan viviendo aquí?

Carlota: Claro que no. ¿Cómo crees que dejaría viviendo a esos marginales cochinos en mi casa? Ubícate Isabel. Los echaré a la calle como un par de perros sarnosos y recuperaré a Alexis.

Carlota sonríe segura de sus planes.

EXT. / COLEGIO / DÍA

Sebastián está saliendo del colegio, al igual que los demás estudiante. En eso, lo aborda una chica de mal aspecto con piercings en los labios y la nariz. Es una amiga de Juana.



La chica: ¡Ey, Sebastián! ¡Espera!

Sebastián: ¿Qué quieres? Si vienes a preguntarme por Juana, déjame...

La chica: (lo interrumpe) No, no te vengo a preguntar por ella. Más bien vengo a darte noticias que no son para nada buenas.

Sebastián (extrañado): ¿Qué noticias? ¿Qué le pasó a Juana?

La chica: Está en un hospital bastante grave. Me encontré con ella en una zona a donde vamos a divertirnos, ya sabes para qué… El caso es que se cayó al piso. Empezó a convulsionar y a expulsar espuma por la boca.

Sebastián (muy preocupado): ¿Y a qué hospital se la llevaron?

La chica: A uno del centro. Está muy grave. Te vine a avisar como pude.

Sebastián: Vamos ya mismo.

Los dos salen caminando a toda prisa.

EXT. / RESTAURANTE / NOCHE

Alexis acaba de cenar con Estela en un lujoso restaurante. Los dos están a punto de abordar el auto de Alexis, que está estacionado en el parking del restaurante.



Estela: Muchas gracias por la cena Alexis. Estuvo deliciosa. Te aseguro que antes no había comido tanta comida tan deliciosa y costosa.

Alexis: Me alegra que te haya gustado. Supiste manejar muy bien los cubiertos y a comportarte en la mesa. Y a parte de eso, estuviste estupenda esta tarde cuando sacaste todo ese talento que posees. Créeme que me gustó mucho.

Estela: ¿Crees que tengo el potencial para ser una estrella famosa, llegar alto y tener fans?

Alexis: Por supuesto. Yo haré de ti esa estrella que sueñas. Mañana hablaré con mi papá y estoy seguro que quedará encantado tanto como yo con tu talento.



Estela (emocionada): Muchísimas gracias. Tú siempre eres tan caballeroso conmigo. Me siento especial a tu lado. Tú has sido el único que ha creído en mí (Solloza). La única persona que hace ver la vida de otra manera. Gracias Alexis.

Alexis estira sus brazos y limpia con delicadeza las lágrimas que Estela estaba a punto de derramar.

Alexis: Estela, si he hecho todo esto por ti, ha sido porque te quiero. En estas semanas que hemos pasado juntos, me he dado cuenta que me encantas como ninguna otra mujer lo había hecho antes.

Estela (sorprendida): ¿Me estás diciendo... que te gusto?

Alexis: Sí, discúlpame, pero esto es algo que necesito decirte. Eres la mujer más espectacular que he conocido, la más especial, la más fascinante. Llegaste a mi vida y todo cambió

Estela: Yo también siento lo mismo por ti Alexis. Todo el día pienso en ti, pienso en tu sonrisa y quisiera estar todo el tiempo contigo, admirando tu cara, sintiendo... tu calor, la confianza que me das y me pone rete contenta cuando me tratas con esa ternura y me dices esas palabras bonitas (Se sonroja). Cuando me tocas, se me eriza la piel y me recorre por todo el cuerpo una sensación...

Alexis toma de la cintura a Estela y acerca sus labios a los de ella. Cada uno siente la respiración del otro.

Alexis: (susurrando) Sigue...

Estela (agitada): Alexis...

En ese momento, Alexis besa a Estela. Ella le corresponde y los dos se funden en un beso prolongado y profundo, que desborda cariño, un beso en el que descargan toda esa atracción que hacía tanto tiempo había nacido entre ellos.

INT. / MANSIÓN DOS SANTOS, CUARTO DE ESTELA / NOCHE

Carlota está rasgando con unas tijeras afiladas toda la ropa de Estela. La rasga con gran ir.



Carlota: ¡Te voy a hundir en el infierno, sucia miserable! Te vas a arrepentir de haberte cruzado en mi camino y quitarme a mi Alexis. ¡Maldita! Te voy a mandar al infierno para que el diablo te cargue y te haga cariñitos (riéndose). ¡Sí! Con el diablo para que te revuelques con él como la perra que eres.

La mujer comienza a reírse a carcajadas, mientras continúa rasgando toda la ropa.

INT. / HOSPITAL, SALA DE ESPERA / AL DÍA SIGUIENTE

Ha amanecido. Sebastián se ha quedado toda la noche esperando noticias del estado de salud de Juana, acompañado por la amiga de ella. Los dos están entre dormidos, sentados en las bancas. En eso viene el doctor.



Doctor: ¿Familiares de Juana Martínez?

Sebastián abre los ojos e inmediatamente se levanta. La amiga de Juana también abre los ojos, pero se queda sentada.

Sebastián (soñoliento): Yo soy su hermano, doctor. ¿Cómo está mi hermana?

Doctor (serio): Hicimos todo lo que pudimos, pero su hermana acaba de fallecer producto de una sobredosis de cocaína. Lo siento mucho.

Sebastián (alterado): Eso no puede ser. Usted tiene que estar equivocado. Juana no puede estar muerta.

Doctor: Quisiera poder decirle lo contrario, pero por desgracia no. Fue casi que imposible realizarle un lavado a su hermana, porque también mezcló droga con gran cantidad de alcohol. Es una pérdida lamentable, ya que también tenía cinco semanas de embarazo. Con permiso…

El doctor se retira. Sebastián se queda consternado y se le saltan las lágrimas, abrazándose así mismo.

Sebastián: Juana… ¡Juana! (Rompe a llorar desconsolado).

El joven se derrumba en el piso, llorando, repitiendo una y otra vez el nombre de su hermana, roto de dolor ante su muerte.

INT. / MANSIÓN DOS SANTOS / DÍA

Estela llega a la mansión en un taxi. Le paga al conductor con un par de billetes y entra sonriendo feliz. En eso, se encuentra con Sebastián sollozando sentado en las escaleras.



Estela: ¡Sebas! ¡Qué bueno que te veo! Ve a empacar tus cosas, nos vamos de esta casa lejos de la bruja de la tía Carlota. ¿Te das cuenta? ¡Nos vamos! Les voy a poder dar a ti y a Juana una vida digna, con más lujos. Ya te explicaré todo.

Ella nota que Sebastián está llorando.



Estela (extrañada): ¿Te pasa algo Sebastián? ¿Por qué estás llorando? Ponte feliz. Te estoy diciendo que…

Sebastián: (la interrumpe) Juana está muerta.

Estela: ¿Qué dijiste?

Sebastián: Juana se murió esta mañana Estela, se murió por una sobredosis de cocaína. Tal parece que se estaba metiendo drogas desde hacía tiempo.

Estela: Estás viéndome la cara Sebas. ¿Verdad? ¿Sólo estás bromeando conmigo?

Sebastián: No Estela. ¿No me estás escuchando? ¡Juana está muerta! Y estaba embarazada. ¿Crees que puedo bromear con algo tan serio? ¡Está muerta! (Gritando).

Estela (alterada): Eso no puede ser Sebastián. Mi hermanita, no. Juana no. ¡Dime que estás bromeando!

Sebastián niega con la cabeza entre lágrimas. Estela comienza a respirar agitada. En ese momento, se aparece Carlota con Isabel y dos enfermeros provenientes del hospital psiquiátrico.



Carlota: (señalando a Estela) ¡Es ella enfermeros! ¡Llévensela antes de que cometa una locura, por Dios!

Los enfermeros se dirigen a Estela y la toman de los brazos. Ésta comienza a revolverse entre gritos.

Estela: ¡No, suéltenme! ¿Qué estás haciendo? ¡Suéltenme! (Intentando soltarse).

Sebastián: ¡Estela! ¿A dónde se están llevando a mi hermana? ¡Suéltenla ahora mismo!

Carlota: (a Sebastián) Van a llevarla a un hospital psiquiátrico, donde podrá ser curada de su enfermedad mental y más te vale no oponerte. Es lo mejor para tu querida hermanita.

Sebastián: ¿Hospital psiquiátrico? ¡Estela no está loca! ¡Dígales a esos tipos que la suelten!

Carlota: Yo no les diré nada. Los enfermeros sólo hacen su trabajo.

Los dos enfermeros siguen llevándose a Estela, quien continúa pegando gritos estrepitosos.

Estela: ¡Déjenme! ¡Suéltenme! Tengo que ver a mi hermana. La tengo que ver ¡Suéltenme! (Histérica). ¡Suéltenme! ¡Sebastián, ayúdame! ¡Noooo! (Comienza a llorar).

Los gritos de Estela son desgarradores. Sebastián intenta ir tras ella, pero le es imposible hacer algo, más cuando ve como los enfermeros se llevan a Estela y le inyectan un sedante para que se calme. Estela comienza a comportarse más dócil y luego la suben a la parte trasera de la ambulancia. Sebastián corre tras ella. La muchacha lo observa tras la ventanilla.

Sebastián: (gritando desesperado) ¡Estela! ¡Estela! ¡No se llevan a mi hermana! ¡Estelaaaaa! (Desgarrado).

CONTINUARÁ…

No hay comentarios.:

Publicar un comentario