jueves, 13 de noviembre de 2014

Capítulo 10: Reencuentro

Estela acaba de dispararle totalmente histérica a Alfredo. La bala cae directo en el corazón de Alfredo. Éste cae fulminado al piso. Estela se acerca a él y le lanza una mirada penetrante de desprecio, y como último acto, le dispara dos veces más en el pecho.

PALOMA
INT. / CASA DE CARLOTA Y ALEXIS, HABITACIÓN / NOCHE


Alexis está dormido, sudando y dando vueltas en la cama, como si tuviera una pesadilla. En eso, se despierta muy sobresaltado.



Alexis: ¡Noooo!

Carlota se despierta con el grito e inmediatamente prende la lámpara.

Carlota: Alexis, mi amor. ¿Qué te pasa? ¿Estabas teniendo una pesadilla?

Alexis (alterado): Sí, fue espantoso. Soñé que veía como una mujer mataba a mi papá. ¡Lo mataba a sangre fría!

Carlota: Bueno, pues ya pasó, no te preocupes. Sólo se trató de un mal sueño.

Alexis: Pero es algo más que eso Carlota. Es como un presentimiento de que algo malo pasa, no lo sé. Me siento preocupado.

Carlota: Todo eso es producto de la pesadilla, no te angusties.

Alexis: Tengo que llamar a mi papá ahora mismo o de lo contrario no voy poder dormir tranquilo.

Carlota: ¡Pero Alexis! ¿Te das cuenta la hora que es? No puedes llamar a tu padre en plena madrugada por una tonta pesadilla. Mañana lo llamas.

Alexis no dice nada, pero se queda intranquilo. Carlota intenta tranquilizarlo con caricias.

INT. / CASA SAÍN / NOCHE

Los paramédicos se están llevando a Alfredo sobre una camilla y conectado a un tanque de oxígeno. Un policía interroga a Estela, quien finge llorar preocupada.



Estela: Sí oficial, así como le digo, Alfredo y yo dormíamos tranquilamente cuando esa banda de delincuentes irrumpieron en la casa. Los empleados no estaban. Tenían día libre.

Policía: (tomando nota) ¿Me dijo usted también que la alarma de seguridad se activó?

Estela: Sí, fue por eso que nos despertamos. Los ladrones nos tomaron de rehenes. A mí me golpearon porque estaba muy asustada y no paraba de llorar, y cuando Alfredo me defendió... (Se detiene rompiendo en llanto)

Policía: Entiendo. Por lo sucedido, tal parece que este hecho y el asalto fallido que pretendían hacerle al señor Saín a las afueras de su disquera tienen una conexión que estaremos investigando. ¿Pudo verle la cara a alguno de los ladrones?

Estela: Todos tenían pasamontañas, me fue imposible verle la cara alguno, sólo se escaparon como unos cobardes después de lo que hicieron. Tienen que hacer algo oficial. Es más que evidente que quieren matar a mi novio.

Policía: Haremos lo posible señorita. Le recomendamos que se tranquilice. Por lo pronto les brindaremos a usted y al señor Saín protección.

Estela: Gracias oficial.

El policía se retira con sus demás acompañantes. Una vez que Estela se queda sola, se cruza de brazos y pone una mirada seria.

Estela: Tengo que hacer algo. No me conviene que Alfredo siga vivo o corro el riesgo de que se me acuse. ¡Ojalá se muera de una vez!

Estela se queda molesta, frunciendo el ceño.

INT. / HOSPITAL CENTRAL, SALA DE ESPERA / AL DÍA SIGUIENTE

Estela se encuentra sentada en uno de los puestos, usando unos lentes de sol y maquillada para ocultar un poco los golpes y heridas que Alfredo le propinó en su rostro. En eso, llega Mariana y se acerca a Estela.



Mariana: Estela. ¿Qué fue lo que pasó con don Alfredo? ¿Cómo está?

Estela: Todavía está en cuidados intensivos. No me han dicho nada desde que llegué.

Mariana: ¿Y cómo fue pasó algo así? Explícame porque no entiendo cómo unos ladrones lograron entrar a una casa tan segura, burlando todos los controles de seguridad.

Estela: Yo tampoco lo entiendo Mariana. Alfredo y yo nos despertamos con la alarma. Fueron hasta al cuarto, armados y nos amenazaron. A mí me golpearon cobardemente y a Alfredo le dispararon cuando intentó defenderme.

Mariana (angustiada): Yo ya me lo imaginaba. Esos delincuentes no se iban a quedar en paz. Intentaron matar de nuevo a don Alfredo.

Estela: Ya qué mas da (Finge quebrantar la voz) Tengo el horrible presentimiento de que tal vez Alfredo no resista y…

Mariana: (la interrumpe) Claro que no Estela, no digas eso por favor. Lo mejor es avisarle a Alexis ya mismo para regrese a la ciudad en cuanto antes (saca su celular)

Estela: Me parece una mala idea (Le arrebata el celular) Es mejor esperar a que los doctores nos digan como sigue Alfredo

Mariana: Pues yo no estoy de acuerdo contigo (Le quita su celular) Alexis tiene a derecho a saber lo que está pasando y debe estar aquí, al lado de su padre, así que quieras o no, pienso llamarlo.

Estela: ¿Te atreves a contrariarme? Recuerda cual es tu lugar Mariana. Yo soy la novia de Alfredo Saín mientras que tú solo eres una insignificante secretaria.

Mariana: Lo siento, pero es mi deber poner al tanto a Alexis de todo. Además no entiendo por qué te quieres esconder de él. ¿Temes algo?

Estela: No pienso discutir contigo tales ridiculeces. Haz lo que quieras.

Estela se va. Mariana le marca a Alexis.

PALOMA
INT. / CASA DE CARLOTA Y ALEXIS / DÍA




Alexis y Carlota desayunan en el comedor.

Carlota: ¿Ya llamaste a casa de tu padre en Miami mi amor?

Alexis: Sí, pero no me contesta nadie. También llamé a mi papá a su celular y se va a correo de voz. Tal parece que lo tiene apagado, no sé...

Carlota: Bueno, pues a lo mejor está ocupado en la disquera.

Alexis: Sí así fuera, Marcela también me contestaría, pero no. Algo raro está pasando Carlota.

En ese momento, el celular de Alexis suena. Él lo coge con prisa, dándose cuenta en la pantalla que es Mariana.

Alexis: (contestando) Hola Mariana. Hace meses no sabía de ti. ¿Cómo estás?

Mariana: Hola Alexis. Estoy bien, gracias. Me gustaría estar llamándote en otra situación, para saludarte, pero es que pasó algo con don Alfredo.

Alexis (preocupado): ¿Qué pasó con mi papá?

Mariana: Está hospitalizado y muy grave. Unos delincuentes le dispararon anoche cuando entraron a la casa aparentemente para robar, pero en realidad lo que querían era matarlo.

Alexis: ¿Cómo? (Levantándose alterado del comedor) No puede ser. Mi papá

Carlota (extrañada): ¿Qué pasa Alexis?

Mariana: Ya cumplí con informártelo. En estos momentos estoy en el hospital a la espera de alguna noticia. Está en cuidados intensivos.

Alexis: Está bien Mariana, gracias por avisarme. Voy a hacer lo posible para estar en Miami esta noche si es posible. Mantenme informado de cualquier cosa, por favor (Cuelga).

Alexis sale del comedor muy alterado en dirección a la habitación. Carlota sale tras él. Una vez que Alexis llega, abre el armario, saca la maleta y comienza a empacar parte de su ropa.

Carlota: ¿Me puedes decir qué estás planeando hacer Alexis? ¿Qué pasa? ¿Por qué empacas tu ropa? ¿Vas a viajar?

Alexis: Es mi papá Carlota. Intentaron matar a mi papá anoche. Está grave en el hospital.

Carlota (sorprendida): ¡Válgame Dios! ¿Pero cómo pasó algo así?

Alexis: No lo sé, pero no me puedo quedar aquí en Paloma a la espera de noticias. Tengo que viajar a Miami y estar con mi papá.

Carlota: Pero ni siquiera has reservado ningún boleto, como tampoco sabes si hay vuelos disponibles para hoy. Me parece algo bastante apresurado.

Alexis: Eso es lo que menos me importa, de alguna manera viajo, así que no te preocupes. Puedo ir solo, no te estoy pidiendo que vengas conmigo.

Carlota: ¿Y quedarme aquí como si nada? Claro que no. Yo voy contigo.

Alexis: (dejando de empacar) Entonces apresúrate a empacar tu ropa, no podemos perder tiempo. Tenemos que llegar al aeropuerto.

MIAMI



INT. / HOSPITAL CENTRAL, CAFETERÍA / NOCHE

Estela se está tomando un café, ocupando una mesa mientras cruza las piernas.



Estela: Pensándolo bien, me conviene que Alexis regrese a Miami. Lo más seguro es que Carlota viene con él y así tendré a la parejita de esposos justo en donde los quiero (sonríe con malicia)

Mariana entra en ese momento a la cafetería, se sienta y le ordena a una mesera algo de tomar. Estela se levanta de su silla y se le acerca.



Estela: ¿Me permitirías hablar contigo? (se sienta frente a ella)

Mariana (indiferente): Pensé que te habías ido.

Estela: ¿Cómo crees que podría irme en una situación como ésta? Todo el tiempo estuve aquí, meditando sobre lo que pasó. Esto me tiene muy alterada Mariana, por eso te pido disculpas por la actitud que tuve contigo esta tarde (Finge hablar con la voz seca)

Mariana: Está bien, no te preocupes. Yo también me siento muy angustiada por todo esto que está pasando con don Alfredo, así que te entiendo.

Estela: ¿Ya le avisaste a Alexis?

Mariana: Sí, lo llamé. También se puso mal con la noticia. Me dijo que a lo mejor esta noche llega a la ciudad.

Estela: ¿Y crees que venga con Carlota? (Pregunta con disimulada malicia)

Mariana: Es lo más probable. Carlota Dos Santos no dejaría viajar a Alexis solo a sabiendas de que alguna mujer lo enrede (Burlona) Esa mujer es celosa a más no poder

Estela: (con odio) Dímelo a mí que fui víctima de sus celos enfermizos. Mariana, ¿te puedo pedir un favor?

Mariana (extrañada): Dime

Estela: (tomándola de las manos) No le vayas a hablar de mí bajo ninguna circunstancia a Alexis o a Carlota. ¡Por favor!

Mariana: ¿Y puedo saber por qué? Todo este tiempo te has ocultado precisamente de ellos. ¿Por qué Estela?

De repente, suena el celular de Mariana. Ella lo contesta.

Mariana: ¿Sí, Alexis? (Hace una pausa) ¿Ya llegaste a la ciudad?

Estela sonríe al escuchar eso, se levanta y le hace una seña a Mariana para reiterarle el favor. Luego se va algo apresurada.

EXT. / AEROPUERTO INTERNACIONAL DE MIAMI / NOCHE

Alexis continúa hablando por celular con Mariana a las afueras del aeropuerto. Carlota está a su lado y un taxista les ayuda a poner el equipaje en la cajuela del taxi.



Alexis: Sí, justo acabamos de aterrizar. Afortunadamente había vuelos disponibles. Iré para el hospital ahora mismo. Te veo allá Mariana. Chao (cuelga)

Carlota: ¿Qué te dijo la secretaria?

Alexis: Lo mismo. Todavía no dan ninguna noticia sobre el estado de mi papá. Sube al taxi. Voy a dejarte a un hotel para que pases la noche.

Carlota: ¿Y tú? ¿Piensas quedarte la noche entera en el hospital esperando noticias de Alfredo?

Alexis: Es lo más obvio, para eso viajé hasta aquí Carlota. ¿Crees que puedo irme a descansar tranquilamente con mi padre debatiéndose entre la vida y la muerte?

Carlota: Está bien, no te sulfures conmigo. Sólo preguntaba (Lo besa) ¿Por qué no me dejas acompañarte?

Alexis: No, es mejor que descanses. Debes estar agotada con el viaje, pero te prometo que estaré llamándote para informarte. ¿Te parece?

Carlota: Como quieras mi amor. Sé que no estás pasando por un buen momento, así que no pienso contradecirte (Le sonríe).

Alexis: Gracias por apoyarme. Sube el taxi. Yo tomaré otro que me lleve directo al hospital.

Carlota sube al vehículo. Alexis la ayuda.

INT. / HOSPITAL PSIQUIÁTRICO / NOCHE

Hay un silencio intento en el hospital psiquiátrico, sólo se oyen los pasos del caminar de una mujer misteriosa en tacones acompañada de una enfermera. Las dos llegan hasta una habitación. La enfermera abre la puerta con las llaves.

Mujer: Gracias. Trataré de no demorarme demasiado tiempo.

La enfermera se va y la mujer se adentra en la habitación en donde está Marcela. Marcela se ve más desmejorada, con ojeras y un poco despeinada y se alegra al ver a la mujer.



Marcela: (sonriendo) ¡Adela! ¡Adela, viniste! Me tienes que sacar de aquí.

EXT. / HOTEL W SOUTH BEACH / NOCHE





Estela está en su auto, usando unas atractivas gafas de sol y observa a lo lejos como Carlota se baja de un taxi en la entrada del hotel. La joven ha logrado perseguir a Carlota desde que salió del aeropuerto. El botones del hotel baja el par de maletas del taxi.



Estela: (sonriendo) Llegó la hora de que ajustemos cuentas tía Carlota. Esta va a ser la gran noche.

Minutos después, Carlota se encuentra en la recepción del hotel.



Recepcionista: (entregándole las llaves) Aquí tiene señora Dos Santos. Espero que disfrute la estadía en el hotel. (Le sonríe)

Carlota: Gracias

Carlota recibe las llaves y sube al ascensor, caminando con mucha elegancia. La recepcionista toma el teléfono y marca un botón.

Recepcionista: Señorita Ishtar, la señora Dos Santos ya va para la suite. No le dije nada sobre usted tal y como me pidió.

Por otra parte, Carlota llega al piso correspondiente, se baja del ascensor y camina directo a su habitación. La tensión se apodera de la escena con cada paso de Carlota y una vez llega, abre la puerta. Ella entra a la sala de la suite e inmediatamente, se prenden las luces, encontrándose a Estela sentada en el sofá y dándole un sensual mordisco a una manzana roja.

Estela: Hola Carlota.

Carlota se queda atónita al verla.

Estela: ¡Cuánto tiempo sin vernos! (Le sonríe con sagacidad)

INT. / HOSPITAL CENTRAL, SALA DE ESPERA / NOCHE

Alexis llega al hospital algo apresurado. Mariana se acerca a él.



Mariana: ¡Alexis!

Alexis: Mariana.

Los dos se abrazan unos breves segundos y luego se apartan.

Alexis: ¿Todavía no hay noticias de mi papá? ¿Sigue en cuidados intensivos?

Mariana (triste): Hace unos minutos una enfermera me dijo que seguían practicándola una cirugía de alto riesgo para reconstruir unos tejidos del corazón que destrozó una de las balas, no sé.

Alexis: ¿Y mi hermana? ¿En dónde está Marcela?

Mariana: Esa es otra mala noticia que no alcancé a decirte por celular. Don Alfredo internó hace unas semanas a Marcela en un psiquiátrico.

Alexis (sorprendido): ¿Qué? ¿Pero qué fue lo que pasó? ¿Por qué mi papá hizo eso?

Mariana: Tuvo que hacerlo. Marcela sufrió un ataque de histeria, se puso agresiva, según me contó tu papá. Inclusive intentó suicidarse de nuevo.

Alexis: Jamás debí haberme quedado a vivir con Carlota lejos de Miami. Dejé solos a mi papá y mi hermana (Frustrado) Y ahora pasa todo esto…

Mariana: No te culpes, son cosas que se nos salen de las manos.

En ese momento, se acerca a ellos un doctor que no tiene una buena expresión en el rostro.

Doctor: ¿Familiares del señor Alfredo Saín?

Alexis: Yo soy su hijo, Alexis Saín. Dígame por favor cómo está mi papá. ¿Por qué no nos habían dicho nada en todo el día?

Doctor: Tuvimos varias complicaciones durante la cirugía. Precisamente hace unos minutos se presentó otra, pero ésta vez su padre no resistió. Hicimos todo lo que pudimos, pero falleció. Lo siento mucho.

Alexis desencaja el rostro, al igual que Mariana que se lleva las manos a la boca.

Alexis (consternado): Eso… Eso no puede ser verdad. Mi papá no puede estar muerto. ¡Él no puede estar muerto! (Toma el doctor de la bata muy alterado) ¡Ustedes lo mataron!

Mariana: ¡Alexis, por favor! Suelta al doctor, cálmate.

Alexis: ¡Mi papá! (Quebranta la voz al tiempo que se derrumba a llorar en el piso) ¡Mi papá Mariana! ¡Mi papaaaaá!

Mariana intenta levantar a Alexis del piso y tampoco puede evitar llorar.

INT. / W SOUTH BEACH, SUITE / NOCHE



Carlota continúa atónita al ver a Estela frente a ella. Empieza a respirar agitada al tiempo que retrocede.



Carlota: ¡Tú! No puede ser. ¡Tú no puedes estar aquí! (alterada)

Estela: (levantándose) ¿Te sorprende verme?

Carlota (histérica): ¡Aléjate de mí! ¡No te me acerques!

Estela (irónica): Pero tía… Pensé que te alegraría verme y en vez de ello parece como si hubieras visto un fantasma. Soy yo, Estela, tu sobrina.

Carlota (muy nerviosa): Eso no es posible. Tú no puedes estar aquí. Tú tendrías que estar…

Estela: (la interrumpe) ¿Muerta? ¿En el manicomio donde tú me encerraste? ¿Eso quieres decir? Ya ves que no. Me tienes frente a ti en este momento.

Estela se dirige el mini bar de la suite y se sirve vino delicadamente en una copa.

Estela: ¿Habrás oído hablar de mi éxito alguna vez como Ishtar Jade? Te cuento que esa aclamada cantante es nada más y nada menos que yo. ¡La sucia zarrapastrosa de Estela! (Dice con odio)

Ella se toma de un solo sorbo todo el vino de la copa. Carlota la mira con los ojos desorbitados, sin saber qué decir.

Estela: Mírame. Parezco diferente, ¿no es así? Ahora tengo dinero, ropa de alta calidad, lujos, joyas (Sonríe con vanidad) Todos los lujos con los que siempre soñé. He cambiado.

Carlota: Eso es imposible. ¿Cómo lograste escapar del hospital psiquiátrico?

Estela: Una tiene sus habilidades, después de todo no tenía por qué estar en un psiquiátrico. Yo nunca he estado loca tía Carlota (Se sirve más vino)

Carlota: ¿Y qué es lo que quieres de mí? Por si no estás enterada, tus hermanos se murieron hace más de un año mientras estuviste allí.

Estela: ¿Murieron? (Pregunta con incredulidad) ¿Y qué me dices de Sebastián? Porque Juana murió de una sobredosis de droga, pero él no. Sebastián murió asesinado.

Carlota (nerviosa): No sé de qué me hablas. ¡Lárgate de aquí! Me interesa poco volverte a ver.

Estela (seria): Ya no tiene caso que lo ocultes. Me voy a quitar de una buena vez la careta contigo. Disfrutaste tu matrimonio con Alexis Saín como si nada hubiera pasado, pero ¿sabrá él la clase de perra sarnosa y asesina que eres?

Carlota (furiosa): ¿Cómo te atreves a insultarme de esa manera?

Estela: ¡Cierra la boca porque quien habla aquí soy yo! (Tira la copa de vino furiosa) ¿Pensaste que nunca me iba a enterar de la verdad y de todo lo que hiciste como una perra en celo para casarte con Alexis? ¡Mataste a mi hermano a sangre fría!

Carlota: ¿De dónde sacas semejante acusación? ¡Estás loca!

Estela: ¿Yo, loca? Claro que no Carlota. No tiene caso que me lo sigas negando, porque lo sé todo. Isabel me contó la verdad.

Carlota (alterada): ¡Lárgate de mi habitación! ¡Voy a llamar a seguridad si no te vas de una buena vez!

Estela: ¿Tienes miedo a enfrentar la verdad? ¿O me temes? Imagino que nunca contaste con que tendría tanta suerte, como tampoco de que algún día sabría la clase de zorra desgraciada, enferma que eres (Le grita en toda la cara)

Carlota no puede decir ni una sola palabra. Empieza a respirar agitadamente mientras sus ojos se hinchan.

Estela: Me internaste en un manicomio sin estar loca, para deshacerte de mí porque no soportaste la idea de que una mujer más joven te arrebatara tu prometido. Le pediste al cerdo asqueroso del Doctor Alcaraz que me hiciera la vida un infierno y cuando mi hermano se dio cuenta, lo empujaste por unas escaleras. ¡Lo mataste! ¡Asesina!

Carlota está muy nerviosa. Le esquiva la mirada a Estela y recuerda ese momento en que mató a Sebastián.

Estela: Todo lo hiciste por unos celos enfermizos. ¡Eres una criminal, una perra! Pregonas ser una mujer de alta moral, pero en el fondo eres peor que un montón de basura, porque estás enferma y tienes que depender de un hombre para poder vivir. ¡PERRA!

Carlota (histérica): ¡Cállate!

La mujer le lanza una sonora cachetada a Estela. Ésta se vuelve el rostro y le devuelve la cachetada, pero con más intensidad. Acto seguido, la muchacha coge con brusquedad a su tía de la cabellera y comienza a jalarla. Carlota grita adolorida

Carlota: ¡Suéltame desgraciada! (Intenta soltarse)

Estela: ¡Tú a mí no me vuelves a poner una mano encima maldita! ¡Nunca más! (La tira al piso) ¡Zorra! (Le pega otra brutal bofetada)

Carlota llora totalmente aterrada y humillada frente a Estela. Ella la mira con un odio profundo.

Estela: ¡Destrozaste mi vida! Y ni siquiera te importó con tal de casarte con un hombre. ¡Tendría que matarte en este momento! ¡Maldita! (Le pega otra cachetada)

Carlota: ¿Y qué es lo que quieres? (Le grita desgarrada) ¿Qué ganas apareciéndote en mi vida ahora? ¿Obtener dinero chantajeándome? Lo tienes de sobra

Estela: (tomándola de la ropa) ¿Y quién te ha dicho qué quiero tu miserable dinero? ¡El dinero me vale mierda! ¿Y crees que si lo quisiera con eso repararías el daño que me hiciste? ¡Estúpida!

Carlota: ¡Entonces mátame! ¡Mátame, aprovecha la oportunidad! ¡Humíllame como yo lo hice contigo! ¡Hazlo!

Estela: (soltándola) Todo a su debido tiempo. Las cosas no se hacen a la ligera. Te voy a asechar a cada instante sin que tú lo sepas, no me verás, pero estaré tan cerca que no podrás vivir tranquila.

Estela le lanza una mirada de desprecio a Carlota. Luego toma su bolso y antes de salir de la habitación, se detiene frente a Carlota una vez más.

Estela: Olvidaba algo (La escupe en el rostro) Tal y como lo hiciste conmigo aquella vez que fui a tu casa para suplicarte ayuda. ¿Lo recuerdas?

Estela se va dejando en una profunda y silenciosa soledad a Carlota, quien se pasa las manos por el rostro y se agarra del pelo desesperada.

Por otra parte, Estela sube al ascensor. La joven tiene una mirada seria y justo cuando se cierran las puertas, se derrumba y rompe en llanto, como si un profundo dolor estuviera carcomiéndola por dentro y aunque intenta contenerse, no puede.

EXT. / CEMENTERIO / AL DÍA SIGUIENTE

El día es gris, cae una suave llovizna y los asistentes al entierro de Alfredo, a aparte de estar vestidos de negro, sostienen sombrillas. El sacerdote da una predicación y los sepultureros aún no han bajado el ataúd. Alexis está acompañado por Carlota y Mariana. Cerca de allí, Estela observa el entierro dentro de su auto usando sus típicas atractivas gafas de sol.



Estela: Lo siento Alfredo, pero interferiste en mis planes y no podía permitirlo. Carlota no se imagina lo que le espera porque lo de anoche sólo fue la carta de presentación (Enarca una ceja)

Estela sonríe con malicia, enciende el motor del auto y se va.

INT. / CASA SAÍN / NOCHE

Alexis llega con Carlota y Mariana. Los dos primeros se sientan juntos en un sofá de la sala, mientras que Mariana se queda pie.



Alexis: (con la voz seca) Gracias por acompañarnos en estos momentos tan difíciles Mariana. Eres una gran amiga.

Mariana: Lo hago con mucho gusto Alexis. Para mí don Alfredo fue más que mi jefe. Fue como un padre. Lamento mucho su muerte.

Alexis: Lo que más me indigna es que fue causada. Mataron a mi papá y seguramente este crimen se va a quedar impune como muchos otros.

Carlota: Mi amor, yo sé que no es el momento más adecuado, pero me gustaría regresar a Paloma en cuanto antes

Alexis (extrañado): ¿Te molesta si nos quedamos un par de días más en Miami?

Carlota: La verdad sí, discúlpame, pero es que no me he sentido muy bien. Creo que es el cambio climático, no sé (miente) Además a ti tampoco te haría bien quedarte por la muerte tan reciente de tu papá.

Alexis: Tienes razón. Mañana mismo me comenzaré a encargar de todo eso. Hoy no me siento con muchos ánimos, espero que me entiendas.

Carlota: Por supuesto. Podemos esperar hasta mañana, no te preocupes

En ese momento, viene la sirvienta.

Sirvienta: Disculpen. La señorita está esperándolos en el comedor. La cena está servida.

Alexis (extrañado): ¿Cuál señorita?

Sirvienta: La novia del señor Saín que en paz descanse.

Alexis (sorprendido) ¿Novia? No sabía que mi papá tenía una relación con una mujer.

Mariana (nerviosa): Sí Alexis. Fue una de las cosas que no te conté con todo lo que pasó. Te aconsejo que vayas para conocerla. Te vas a llevar una sorpresa.

Alexis: Está bien. ¿Vienes Carlota?

Carlota: Sí mi amor, aunque no me siento con la disposición de ir, pero no sería educado de mi parte hacerle semejante desplante a la novia de tu padre.

Alexis: Bien, pues entonces vamos (se levanta del sofá con Carlota) Quiero conocer a esa mujer de la que mi papá nunca me habló.

Los tres se dirigen hasta el comedor de la casa en donde encuentran a una mujer encabezando la mesa pero sentada de espaldas. Esa mujer es Estela.



Estela: Buenas noches (se levanta y se presenta)

Todos al verla se quedan sorprendidos, más que todo Alexis y Carlota. Estela les sonríe con sagacidad.

CONTINUARÁ…

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