viernes, 28 de noviembre de 2014

Capítulo 14: Bienvenida al calvario

INT. / AUTO DE ESTELA / NOCHE

Estela conduce mientras habla por celular por medio de los auriculares.



Estela: ¿Lograste que mi tía sufriera el accidente? (Hace una pausa) Perfecto. Mañana puedes pasarte por el hotel en dónde me estoy quedando para darte el segundo cheque por el trabajito. Tengo que colgar, me está entrando una llamada.

Estela cuelga y contesta su otra llamada.

Estela: ¿Sí?

Al otro lado de línea, habla Alexis en la sala de espera del hospital central.



Alexis: Estela, soy yo (Llorando)

Estela: ¿Alexis? Qué bueno que llamas. ¿Qué pasa? Te oigo mal.

Alexis: Es Carlota... Carlota sufrió un accidente de coche. Está grave aquí en el hospital.

Estela: (fingiendo sorpresa) ¡Por Dios! Mi pobre tía. ¿Y qué te han dicho? ¿Todavía no hay noticias?

Alexis: El doctor me dijo que... el accidente afectó su columna (Quebranta la voz) Carlota no va a poder volver a caminar.

Justo cuando Estela escucha eso sonríe con una enorme satisfacción.

Estela: ¿Qué? ¿Cómo que no podrá volver a caminar? (Finge estar impactada) ¿Cómo es eso Alexis?

Alexis: Te lo acabo de decir. El accidente afectó gravemente su columna y... (Continúa llorando)

Estela: Está bien. Ya mismo voy para allá. Trataré de llegar lo más pronto posible.

Estela cuelga y acto seguido, empieza a reír a carcajadas.

Estela: Todo me salió tal cual como lo planeé. Con esto, ahora más que nunca Carlota va a estar mis manos. ¡Llegó la hora! (Grita eufórica)

Estela se da media vuelta en su auto y se dirige al hospital.

INT. / CASA DE MANUEL / NOCHE

Adela camina a oscuras por los pasillos de la casa y llega hasta el cuarto de su abuelo en donde toca la puerta un par de veces.



Adela: Abuelo... ¿Estás despierto? (Tocando) ¿Abuelito?

La muchacha extrañada, decide entrar al cuarto y no encuentra a don Manuel por ninguna parte. En vista de eso, va a salir pero se detiene al notar la puerta del armario entreabierta. Adela se acerca a la puerta sintiéndose un poco curiosa y justo cuando la va a terminar de abrir, don Manuel entra al cuarto y prende las luces del cuarto.



Manuel (serio): Adela

Adela (asustada): ¡Abuelito! ¡Qué susto me acabas de dar!

Manuel: ¿Qué haces a esta hora despierta y aquí en mi cuarto, muchacha?

Adela: Tuve una pesadilla y ya no pude dormir. Vine a ver si estabas despierto, pero no te encontré.

Manuel: Tampoco podía dormir así que fui a la biblioteca a buscar un libro para leer. ¿Pensaste que estaba dentro del armario?

Adela: ¿Por qué lo preguntas?

Manuel: Me dio la impresión de que ibas a mirar algo en el armario e imaginé que querrías buscarme allí.

Adela: (sonriendo) ¡Ah, no! Es sólo que lo vi abierto y me dio curiosidad. Tienes un cuarto muy enigmático abuelito.

Manuel: (cerrando el armario) Ya sabes que la curiosidad mató al gato Adela, como también sabes que no me gusta que entren a mi cuarto sin permiso, sea quien sea, salvo la sirvienta bajo mi supervisión.

Adela: Discúlpame, por favor. Como te dije sólo venía a buscarte, pero ya me voy para mi cuarto. Buenas noches abuelo (Le da un beso en la mejilla) Qué descanses

Adela sale del cuarto. Manuel mira con algo de desconfianza su armario.

INT. / HOSPITAL CENTRAL, SALA DE ESPERA / NOCHE

Estela llega al hospital y se encuentra en la sala de espera con Alexis, quien está sentado y se toma un café.



Estela: Alexis.

Alexis (desanimado): Hola Estela.

Estela: ¿Cómo sigue mi tía? ¿Te han dicho algo más?

Alexis: Todavía no. Lo que ya te conté fue lo que me dijo el doctor.

Estela: (sentándose al lado de él) En ningún momento me imaginé que algo así pudiera llegar a pasar. Los dos nos perdimos en el deseo y no medimos las consecuencias.

Alexis: No entiendo cómo pude echar a la basura en tan sólo unos días un año de matrimonio con Carlota. Todo lo que está pasando es culpa mía. Yo mismo la confiné a estar en una silla de ruedas (Se le saltan las lágrimas) Cuando sepa todo me va a detestar...

Estela: No es momento de que te tortures Alexis. Todavía no sabemos si mi tía no tiene esperanzas de volver a caminar. La ciencia médica ha avanzado mucho, puede ser operada, seguir un tratamiento, no sé...

Alexis: ¿Y si no? ¿Que tal si no hay ninguna esperanza? (se levanta) No voy a ser capaz de vivir con la culpa Estela. No voy a ser capaz

Estela: Pero Alexis...

Alexis: ¿Sabes qué? Ahora no quiero escuchar a nadie. No quiero nada. Lo único que quiero es estar solo.

Alexis se va y tira el vaso de café en un bote de basura. Estela se queda sonriendo al verlo tan perturbado.

Estela: (cruzando las piernas) ¡Imbécil! Fue tan fácil enredarte. Espero que sufras mucho y te retuerzas de culpa por haberme tomado tiempo atrás como una novedad. Comienzo a saborear mi dulce venganza

Estela continúa sonriendo satisfecha. Las horas avanzan y se hace madrugada, aunque todavía no sale la luz del sol. Carlota está recostada sobre una cama muy malherida. Tiene la cabeza vendada y está conectada a un electrocardiograma. También tiene puesto una especie de arnés que rodea su cadera. La mujer empieza a abrir los ojos lentamente; su visión es borrosa hasta que todo lo de su alrededor es esclarece. Alexis se encuentra dormido a su lado, sentado sobre una silla.



Carlota (débil): ¿Dónde estoy? ¿Qué es esto?

Alexis abre los ojos al oír a Carlota hablar.

Alexis: Carlota… Despertaste.

Carlota: ¿En dónde estoy? ¿Por qué me siento tan extrañada?

Alexis: Estás en un hospital, no te preocupes. Te volcaste en el auto y te trajeron para acá.

Carlota (asustada): ¿Qué está pasando? ¿Por qué no siento mis piernas? ¿Qué me pasa Alexis? (Comienza a alterarse)

Alexis empieza a derramar lágrimas en silencio.

Carlota: ¡Me quiero levantar de esta cama! ¿Por qué no puedo? (Gritando) ¿Qué está pasando?

Alexis: Carlota, tranquilízate por favor.

Carlota: ¡No siento mis piernas! ¿Qué me pasa? (Se recuesta en la cama) ¿Qué me pasa? ¡Dime qué pasa! No entiendo nada

Alexis: Cuando estés mejor hablaremos, por ahora no te puedes mover aquí. Tranquilízate.

En ese momento entra el doctor encargado de Carlota acompañado de una enfermera.

Doctor: (a Alexis) Tiene que salir de aquí señor. Le aplicaremos un calmante a su esposa.

Alexis: (asentando con la cabeza) Está bien.

Carlota: ¡No! ¡Yo no quiero ningún calmante! ¡Me quiero levantar de aquí! ¿Por qué demonios no puedo?

Mientras el doctor intenta tranquilizar a Carlota, la enfermera le aplica a ésta el calmante por vía inyección en el brazo. El efecto le empieza a surtir y se tranquiliza. La enfermera la acomoda de nuevo en la cama.

INT. / DISQUERA STYLE MUSIC, PISO PRINCIPAL / DÍA

Estela llega a la disquera, se baja del ascensor caminando con su deslumbrante elegancia. Mariana la observa llegar desde su puesto de trabajo.



Estela: Hola Mariana. ¿Tienes algún recado para mí?

Mariana: Buenos días Estela y no. En tu oficina te está esperando la chica que vino el otro día de Telemundo. Adela Parker.

Estela: Está bien. Voy a hablar con ella.

Mariana: Estela, antes te quería pedir un favor. ¿Me darías permiso para salir a la hora del almuerzo? Tengo que hacer un par de diligencias (miente)

Estela: Sí, adelante. Si te necesito estaré llamándote.

Mariana: Ok. Muchas gracias.

Estela entra a su oficina. Mariana suspira.

Mariana: Bueno, será mejor que me apure a dejar todo listo aquí para ir a visitar a Alexis. Espero encontrarla en su casa.

Entretanto, en la oficina de Estela, ésta se vuelve a ver con Adela. Estela no puede evitar sentir un poco consternada por el parecido de Adela con Juana.



Adela: (extendiéndole la mano) Hola Estela. ¡Qué bueno verla de nuevo! ¿Cómo está?

Estela: (correspondiendo el saludo) Estoy bien, gracias. Supongo que viniste para hablar de la conversación que dejamos pendiente el otro día (Toma asiento en su silla)

Adela: Sí. Lamento haber venido sin avisarle, ni siquiera conté con que a lo mejor no podía atenderme, pero me urge cuadrar de una vez el show para el canal.

Estela: No te preocupes. Siéntate. ¿Quieres tomar algo?

Adela: (sentándose) Así estoy bien, gracias.

Estela: Bien, pues dime. ¿Cuál es la clase de show en que me propones aparecer? ¿Y por qué pensaron precisamente en mí?

Adela tiene un recuerdo de tiempo atrás cuando hablaba con Marcela en el hospital psiquiátrico.

FLASH BACK

Adela: ¿Y qué le voy a decir cuando me pregunte por qué pensé justo en ella para una entrevista?

Marcela: Eso no es problema alguno. Le inventas que el canal está atravesando una crisis de audiencia y trayendo a una estrella como ella, se va a recuperar. Lo fundamental es que la lleves al canal y conozca al abuelo Manuel

Adela (extrañada): ¿Por qué al abuelo? ¿Cuál es el plan que tienes?

Marcela: Eso lo sabrás por ti misma cuando los resultando empiecen a surtir efecto por sí solos.

Adela se siente indecisa de las indicaciones que le da Marcela.

FIN DEL FLASH BACK

Adela: Y esa es la razón por la pensé en usted para el show. Le presenté la idea a mi abuelo y en vista de que le pareció buena, la aprobó.

Estela: Ya veo. Habiéndote escuchado, a mí tampoco me parece una mala propuesta.

Adela: (sonriendo emocionada) ¿En serio? ¿Eso quiere decir que acepta?

Estela: Sí, acepto (Le sonríe)

Adela: ¡Qué bueno! ¡Muchísimas gracias! De verdad que esto para mí es un reto profesional, por eso me emociona tanto.

Estela: ¿Y para cuándo sería el show?

Adela: Para dentro de unos días más, así habrá tiempo para que se prepare, ya que también sería muy bueno que hiciera una presentación musical con bailarines, escenario y luminarias. ¿Le parece bien?

Estela: Claro, me parece perfecto. Y por favor trátame con más confianza. Puedes tutearme.

Adela: (riendo) Ya que me lo pides, está bien. Espero ese día presentarte con mi abuelo. Le encantaría conocerte (Se levanta)

Estela: (también se levanta) ¿Tú abuelo es el presidente del canal?

Adela: Así es, se llama Manuel Saín.

Estela (sorprendida): ¿Manuel Saín? Tiene el mismo apellido del que era dueño de esta disquera. Qué curioso.

Adela: ¿Te refieres a Alfredo Saín? Él es mi tío, el hijo de mi abuelo.

Estela (impactada): ¿Cómo?

Adela: Me imaginé que no lo sabías y debe tomarte por sorpresa, pero así es.

Estela (pensativa): Esto sí que no me lo esperaba. Entonces eres prima de Alexis Saín, ¿no? ¿Por qué tu apellido es Parker en vez de Saín?

Adela: La familia Saín es mi familia materna y mi nombre completo es Adela Parker Saín. Ya más adelante apartaremos un tiempo para charlar y hablar de nuestras vidas. Yo me debo ir y tengo cosas pendientes por hacer en el canal.

Estela: Sí, es verdad.

Adela: Ten buen día. Hasta pronto (Le sonríe y sale de la oficina)

Estela: Hasta pronto.

Una vez que Estela se queda sola, se sienta de nuevo en su silla.

Estela (pensativa): Esa chica es tan idéntica a Juana, sus mismos gestos, facciones, voz... Es como hablar con ella, sin embargo es prima de Alexis… ¿Quiénes serían sus padres?

INT. / CASA SAÍN / DÍA

Alexis está tomándose una ducha, sin embargo está quieto y sólo deja que el agua caiga sobre él. Está inmerso en sus pensamientos. En eso, escucha el timbre. Minutos después, ya vestido, Alexis se dirige a abrir la puerta.



Alexis: Ya voy (Abre y se encuentra con Mariana) Mariana... ¿Qué estás haciendo aquí?


Mariana: Hola Alexis. Vine a verte. ¿Puedo pasar?

Alexis permite que Mariana entre y cierra la puerta.

Alexis: Para serte sincero, no esperaba visitas. Ya iba de salida.

Mariana: Disculpa que haya venido sin avisar, pero supuse que si te llamaba al celular no querrías contestarme.

Alexis: Supusiste bien porque realmente en estos momentos no quisiera hablar con nadie.

Mariana: Eso me confirma que algo pasa. Estoy preocupada por ti. Quisiera saber qué es lo que está pasando contigo, con Estela, con doña Carlota. ¿Qué pasa Alexis?

Alexis: No sé cómo decírtelo. Yo... (Baja la cabeza) Yo traicioné de nuevo a Carlota con Estela.

Mariana (pensativa): Doña Carlota los descubrió en el hotel, ¿no?

Alexis: Sí, no sé como o quién se lo dijo, pero llegó a la habitación y se puso histérica cuando nos vio. No quería escuchar razones, golpeó a Estela, pero lo peor es que... Es que sufrió un accidente en el auto después de que salió del hotel.

Mariana (sorprendida): ¿Un accidente? ¿Y cómo está?

Alexis: Carlota no va poder volver a caminar Mariana. Quedó paralítica (sollozo)

Mariana se sienta en un sofá de la sorpresa.

INT. / HOSPITAL CENTRAL, HABITACIÓN DE CARLOTA / DÍA

Una mujer en tacones entra silenciosamente a la habitación donde está internada Carlota. De abajo hacia arriba, se ve que esa mujer es Estela, sonriendo con malicia al contemplar cómo su tía descansa dormida sobre la cama. La muchacha se acerca.



Estela: Buenos días tiita. Es hora de despertar. Vamos, abre los ojos.

Carlota comienza a moverse soñolienta y abre los párpados de los ojos, siendo el rostro de Estela lo primero que ve.

Estela: ¿Dormiste bien?

Carlota: ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Por qué no me dejas en paz de una buena vez? Ver tu rostro me produce náuseas.

Estela: A mí tampoco me hace ninguna gracia ver el tuyo, pero ni modo. Para tu desgracia, la paz es algo que no volverás a sentir nunca mientras yo viva y ten por seguro que será por mucho tiempo.

Carlota: (apretando los dientes) ¡Perra! Vienes con ese cinismo a mortificarme después de que te has revolcado con mi marido.

Estela: Ya que empezaste a hablar de eso, no tienes idea lo mucho que Alexis y yo hemos disfrutado haciendo el amor.

Carlota (agitada): ¡Zorra, desgraciada! (Intenta levantarse, pero no puede) ¡Espera a que salga de aquí y me recupere completamente para matarte! No te voy a dar el gusto de verme acabada y suplicándote perdón. ¡Te voy a hundir como la primera vez!

Estela: (riendo incrédula) ¿Tú hundirme? ¿Pero cómo lo harás siendo una paralítica?

Carlota (desconcertada): ¿De qué hablas?

Estela: ¡Ah, cierto! No lo sabes, pero yo te lo informo. Con ese accidente que sufriste perdiste la movilidad de tus piernas. Quedaste paralítica. ¡Lisiada! (Le habla cerca al rostro)

Carlota: Eso no es verdad. Me estás mintiendo (Empieza a desesperarse) Yo no puedo estar paralítica (Se recuesta en la cama intentando levantarse)

Estela: Yo no tengo por qué mentirte con algo tan serio tía. Es la verdad o sino cómo explicas que no puedas mover tus piernas.

Carlota: (llorando) ¡Yo no! Eso no me pudo haber pasado, por favor no. Dime que es una de tus mentiras para atormentarme. ¡Dímelo!

Estela: Allá tú si no me crees, pero sólo te estoy informando de tu condición física. No vas a caminar nunca más. Tú única compañía será una silla de ruedas para siempre.

Carlota (histérica): ¡Nooooooooooo! ¡Mentira!

Carlota llora histérica y sigue intentando levantarse de la cama, pero le es imposible y cae en el piso con la impotencia de no poder mover sus piernas. Estela se burla de ella.

Carlota: ¡Eso no puede ser! Yo tengo que caminar (Arrastrándose por el piso) No puedo estar paralítica. ¡No lo estoy!

Estela: Lo estás, aunque no lo quieras aceptar. Es una realidad que yo misma causé. Le pagué a un tipo para que te embistiera en el auto y causara tu accidente luego de que salieras del hotel.

Carlota llora aterrada y desgarrada al oír a Estela y sigue arrastrándose por el piso, intentando pararse. Estela sonríe, disfrutando cada momento al ver humillada a su tía.

Estela: Te lo dije. Estás acabada Carlota, ahora vas pagándome uno a uno los sufrimientos que me hiciste pasar. Si bien cuando empujaste a mi hermano por las escaleras, él hubiera podido quedar igual que tú, paralítico, pero no fue así. Lo mataste (Habla con dureza)

Carlota: ¡Cállate maldita desgraciada! ¡Cállate!

Estela: (cogiéndola del pelo) Aunque no quieras me vas a oír, así que la que se tiene que callar eres tú.

Carlota mira con un profundo odio a Estela.

INT. / CASA SAÍN, SALA / DÍA

Alexis acaba de contarle a Mariana cómo pasó todo la noche anterior.



Alexis: Y así fue como pasó todo. Hasta ahora el diagnóstico de Carlota es ese y no sé si tiene probabilidades de que vuelva a caminar.

Mariana: ¿Te das cuenta hasta dónde llegó todo esto por haberte involucrado con Estela?

Alexis: Yo más que nadie sé que la culpa de todo es mía. Sólo fue cuestión de que Estela apareciera de nuevo en mi vida para darme cuenta que cometí un error al casarme con Carlota.

Mariana: ¿Y de verdad pensaste que llegarías a algún lado con Estela separándote de Carlota?

Alexis: Lo de Estela y yo se trataba de una relación sin compromiso. Ella misma lo quiso así y me hizo ver que necesitaba darle un sentido diferente a mi vida

Mariana: La única conclusión que puedo sacar de todo esto es que ninguna de esas dos mujeres nunca te ha convenido pero aún así te apresuraste a casarte con doña Carlota y a relacionarte con Estela sin detenerte a pensar un solo momento en ti. Ahora mira las consecuencias.

Alexis guarda silencio, pensativo.

Mariana: Jugaste a dos bandos. ¿Y sabes algo? Me decepciona porque siempre te admiré Alexis.

Alexis: No pensé que...

Mariana: (llorando) Por eso mismo. No pensaste, ni te tomaste la molestia de mirar a tu alrededor para valorar lo que realmente valía la pena.

Alexis: Mariana, por favor no llores. Ya me siento bastante mal con todo esto.

Mariana: Lloro porque me duele que nunca te hayas fijado en mí así hubiera sido un poco. No te fijaste en la única persona que estaba dispuesta a quererte de verdad y a hacerte feliz sin confundirte como la han hecho Estela y Carlota. ¡Por eso lloro!

Alexis (sorprendido): ¿Me estás diciendo que...?

Mariana: (lo interrumpe) Sí Alexis. Yo he estado enamorada de ti todo este tiempo. ¡Enamorada como una tonta!

Alexis: Nunca se me cruzó por la cabeza.

Mariana: Porque siempre me viste como una simple amiga que estaba dispuesta a escucharte y apoyarte siempre. Para mí siempre has sido una ilusión y cuando te casaste con doña Carlota, me dolió muchísimo e intenté olvidarte, pero no he sido capaz y aunque no quiera, te sigo queriendo.

Alexis (consternada): Esto... no me lo esperaba... Me toma por sorpresa

Mariana: Tienes razón. De hecho no debí contarte nada y menos en un momento como este (se levanta del sofá y coge su bolso) Lo mejor es que me vaya ya.

Alexis: (levantándose también) Espera Mariana, no te vayas así...

Mariana: Déjame, no te tienes que sentir mal por mí. Sólo te pido que me disculpes por haberte importunado contándome mis sentimientos. Fue una tontería de mi parte. Luego hablamos, cuídate.

Mariana se va de la casa, dejando a Alexis muy consternado por esa confesión.

INT. / HOSPITAL CENTRAL, HABITACIÓN DE CARLOTA / DÍA



Carlota sigue llorando desgarrada en el piso, resignada a que ha quedado paralítica. Estela la jala del pelo.



Estela: ¿Te duele saber que vas a tener que depender de los demás por el resto de tu vida?

Carlota: (gritando) ¡Auxilio! ¡Ayúdenme! ¡Saquen a esta loca de aquí!

Estela: ¡Silencio! ¡Cierra la boca! (La toma bruscamente de la barbilla) Vas a tener que oír con atención las indicaciones que te voy a dar y las vas a acatar una a una (La suelta)

Carlota: ¿Por qué no acabas conmigo de una buena vez? Ya me convertiste en una lisiada ¿Por qué no me matas ahora mismo? ¡Hazlo!

Estela: Por la sencilla razón de que quiero verte sufrir, humillarte, ver cómo deseas la muerte al sentirte como una basura inservible.

Carlota: Habla de una vez y no te andes con rodeos. Dime qué más quieres.

Estela: Ya que lo pides... (Empieza a pasearse por la habitación) Quiero que le exijas el divorcio a Alexis en cuanto él venga a verte. La excusa perfecta será la infidelidad que cometió conmigo (Se detiene)

Carlota: Ni lo sueñes. Podré no caminar, pero no renunciaré tan fácil a Alexis. ¡Él es mío y me ama! Primero tendrás que matarme.

Estela: Eso no lo crees ni tú misma, por favor. Si Alexis ha estado casado contigo todo este tiempo ha sido como última opción, además no te estoy pidiendo tu opinión. Es una orden que tendrás que obedecer.

Carlota: Métete tus órdenes por donde mejor te quepan desgraciada.

Estela: Tendrás que hacerlo a no ser que quieras pasar el resto de tu vida refundida en una cárcel por asesina, pasando por la peor vergüenza de tu vida. Inclusive Alexis te odiaría al darse cuenta de la clase de mujer con la que estuvo casado y saber que ahora el pobrecito se siente culpable de toda tu desgracia.

Carlota: (llorando) No tienes cómo acusarme de nada.

Estela: Créeme que de algún modo conseguiré las pruebas que te incriminen, no sólo por haber matado a mi hermano, sino por haber sido cómplice del Doctor Alcaraz encubriéndole las violaciones que cometía con sus pacientes. Algunas enfermeras del hospital pueden atestiguar.

Carlota llora de impotencia al verse perdida, no sabe qué decir.

Estela: E Isabel… ¿También serías capaz de arrastrarla contigo a la cárcel? Ya que ella de cierto modo también es culpable y encubrió tus crímenes. Como ahora es una monja ridícula seguramente no dudaría un segundo en confesarlo todo.

Carlota: (rompiendo a llorar) ¡Ya no más! ¡Basta!

Estela: ¿Te imaginas? Carlota Dos Santos lisiada y tras las rejas. Y ahora se me ocurre que también puedo comprar al director, para que te hagan la vida un infierno, así como me la hicieron a mí en el manicomio. (Irónica) ¿No te parecería divertido tiita?

Carlota: (llorando desgarrada y resignada) ¡Está bien! Haré lo que tú me pidas, pero la cárcel no. ¡La cárcel no, por favor!

Estela: (riéndose) ¡Así me gusta! Ya verás que a la larga cualquier cosa era preferible para ti que la cárcel. Cuando estés divorciada del imbécil de Alexis y te den de alta, vamos a vivir juntas en la mansión Dos Santos, como una tía y una sobrina que se tienen rete harto cariño. ¡Las dos solas! ¿Te das cuenta? La pasaremos bien (sonriendo)

Carlota: ¿Para qué? ¿Qué tienes planeado para mí?

Estela: Eso lo sabrás a su debido a tiempo, no comas ansias. Y quedando todo claro, me voy. Te recomiendo que grites para pedir ayuda y que una enfermera te venga a levantar del piso, porque ahí tirada, te ves tan patética… ¡Chao! (Le tira un beso)

Estela sale de la habitación. Carlota se queda en el piso, llorando y se agarra de las sábanas de la cama para poder levantarse.

INT. / HOSPITAL PSIQUIÁTRICO, HABITACIÓN DE MARCELA / DÍA

Mariana está haciéndola una visita a Marcela. Ésta última mira a la nada, en silencio.



Mariana: Hola Marcela (Le sonríe) ¿Cómo estás? Me ha dicho tu enfermera que te comportas muy bien y te tomas tus medicamentos con mucha obediencia

Marcela no responde

Mariana: ¿Sabes? Vengo de visitar a tu hermano. Han pasado tantas cosas en esta semana y terminé por confesarle que estoy enamorada de él desde hace tiempo. Le tomó por sorpresa y me dijo que nunca se lo imaginó.

Marcela ni siquiera se inmuta a lo que le dice Mariana. Ésta la toma de las manos, intentando que reaccione.

INT. / HOSPITAL CENTRAL, HABITACIÓN DE CARLOTA / NOCHE

Carlota está recostada en la cama, con la mirada perdida. Tiene los ojos hinchados luego de haber llorado. En la habitación entra Alexis con un ramo de rosas rojas.



Alexis: Hola Carlota… Pensé que estabas dormida.

Carlota lo mira, pero guarda silencio.

Alexis: (sonriendo) Te traje las flores que tanto te gustan para que sientas más acogedora la habitación. ¿Cómo te sientes?

Carlota (seca): ¿Cómo más he de sentirme sabiendo que estoy inválida?

Alexis (sorprendido): ¿Cómo lo supiste?

Carlota: Eso es lo que menos importa. ¡Lo sé y punto! Ni siquiera entiendo para qué viniste a verme. ¿Todavía te preocupa lo que pase conmigo?

Alexis: Carlota… Tú eres mi esposa. ¿Cómo no me va a importa lo que pase contigo?

Carlota: Si fuiste capaz de serme infiel con la prostituta de Estela y no te importé ni un poco, ahora que estoy paralítica debo de importarte menos. Ahora tienes más razón para irte con ella o con la que se te venga en gana.

Alexis: Yo no pienso de esa manera. Todo lo contrario, me siento culpable por lo que te pasó y créeme que estoy muy arrepentido. Para mí esta es un motivo más para saber que fui un patán, que no te valoré y que ahora debo cuidar de ti más que nunca.

Carlota (irónica): ¿Cuidar de mí? ¿Para qué si sólo vas a estar conmigo por lástima, por remordimiento? Nunca me has amado sinceramente y sólo has estado conmigo por compromiso, pero no por nada más.

Alexis: Carlota…

Carlota: No hace falta que digas algo. Yo misma lo sé. No me interesa seguir atándote a mí sabiendo que tu mente y tus sentimientos están en otro lado

Alexis: Por favor escúchame, yo te prometo que voy a intentar cambiar. Me voy a dedicar sólo a ti y a nadie más.

Carlota: ¡Basta! ¿Para qué quieres seguir casado con una paralítica por la que no sientes nada? Lo mejor que podemos hacer es que divorciarnos

Alexis (desesperado): Por favor Carlota, eso no. Te estoy diciendo que puedo cambiar. Ya me casé contigo y es mi deber cuidarte ahora que estás así por mi culpa.

Carlota: Lo siento, pero yo no estoy dispuesta a continuar con esta farsa de matrimonio. El papel de esposo abnegado no te queda, así que es tu problema. Cuando salga de aquí, hablaré con un abogado que nos pueda divorciar (solloza)

Alexis: (con la voz llorosa) Carlota, no hagas eso. Te lo suplico (La toma de las manos, pero Carlota voltea el rostro para otro lado) Por favor mírame, no lo hagas.

Carlota: ¡Lárgate! ¡Ya no quiero seguir viendo tu rostro! ¡Lárgate! ¡Lárgate Alexis! ¡Enfermera!

Alexis: (llorando) ¡Carlota!

Carlota: (ignorándolo) ¡Enfermera! (La enfermera entra a la habitación) No quiero seguir viendo a este hombre, pídale que se vaya.

Enfermera: (a Alexis) Señor, tiene que salir de la habitación.

Alexis mira a Carlota con lágrimas en los ojos, sintiéndose destrozado. Carlota lo ignora, pero también llora en silencio. Finalmente Alexis no ve de otra que irse y en ese instante Carlota rompe a llorar.

DÍAS DESPUÉS
EXT. / MANSIÓN DOS SANTOS / DÍA

Un auto lujoso se estaciona en la entrada de la mansión Dos Santos. El chofer sale y abre la puerta de los asientos de atrás. Estela sale mirando la fachada de la mansión con sus típicas gafas de sol. En el interior del auto, aguarda Carlota, quien es cargada por el chofer para ponerla en su silla de ruedas. Estela la arrastra de las manijas de empuje de la silla y le habla al oído.



Estela: Llegó la hora Carlota. Prepárate (sonríe)

CONTINUARÁ…

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