sábado, 13 de diciembre de 2014

Capítulo 20: Gran final (1º parte)

INT. / HOSPITAL CENTRAL, SALA DE ESPERA / NOCHE

Alexis está esperando noticias de Concepción. Un médico se le acerca.



Médico: (a Alexis) ¿Es usted familiar de la señora Concepción?

Alexis: Soy un conocido de ella. ¿Cómo se encuentra?

Médico: La señora está en un nivel de deshidratación moderado. Logramos estabilizarla, pero hay que practicarle un par de exámenes cerebrales.

Alexis (extrañado): ¿Exámenes cerebrales? ¿Para qué?

Médico: Parece ser que sufrió una conmoción muy fuerte en el cerebro, porque presenta síntomas de amnesia, tal vez por un golpe o algún accidente. Con los exámenes sabremos qué tanto se vio comprometida su cabeza y si no es necesario intervenir quirúrgicamente.

Alexis: Ya veo Doctor. ¿Puedo pasar a verla?

Médico: Es más prudente que espere hasta mañana. Por lo pronto intente contactar a algún familiar de la señora mientras deja los datos en recepción. Con permiso.

El médico se retira. En ese momento, viene Mariana con un café caliente en mano. Está algo agitada.



Mariana: Te traje este café, no has comido nada desde que trajimos a aquella señora.

Alexis: (recibiendo el café) Gracias Mariana. ¿En dónde te habías metido? Hacía rato que no te veía (Nota que tiene una camisa diferente puesta) ¿En qué momento te cambiaste de camisa?

Mariana: Es que fui a mi casa un momento para cambiarme y me vine corriendo para acá. Ya ves, debo verme fatal y cansada, pero no quería que pensaras que te había dejado solo. ¿Ya te dijeron algo de la señora?

Alexis: Me dijeron que se desmayó por deshidratación y van a practicarle unos exámenes. Parece que perdió la memoria por un accidente.

Mariana: Con razón cuando te vio se alteró tanto. Tuvo que reconocerte.

Alexis: Debe ser (Bebe un sorbo de café) El punto es que me intriga mucho saber qué fue lo que pasó para que estuviera perdida por las calles. Cuando Carlota y yo nos casamos, ella se fue para su pueblo con un sobrino, no entiendo qué hace en Miami.

Alexis se queda pensativo.

INT. / BODEGA ABANDONADA / NOCHE

El equipo forense está llevándose sobre una camilla el cuerpo sin vida de Marcela cubierto por una sábana blanca. El detective Robles le hace unas preguntas a un hombre, mientras toma apuntes en una libreta.



Detective Robles: ¿Dice usted haber visto movimientos extraños?

Hombre: Sí señor detective. Vi llegar en un auto a una mujer joven, bien elegante. Tenía el pelo castaño largo y no alcancé a ver bien, pero me parece que tenía rasgos asiáticos.

Detective Robles: (anotando en la libreta) ¿Vio a qué horas salió la mujer que me dice?

Hombre: Después de que llegó, pasó una hora aquí dentro y salió. Se veía nerviosa, se subió a su coche y se fue.

Detective Robles: ¿Había visto algo anteriormente?

Hombre: Sí señor, vi entrar y salir varias veces otra mujer, alta, rubia, muy bella por cierto.

Mientras Robles sigue interrogando al hombre maduro, Lautner se pasea por la cruz invertida donde encontraron a Marcela, observa todo muy bien y se fija que en el piso, está tirado un anillo. Lautner se saca de su chaleco un par de guantes que se pone y una bolsa transparente. Luego se agacha y recoge el anillo, pareciéndole familiar.



Lautner: Este anillo… Se lo vi puesto a Estela Martínez una vez el día que fue a reconocer el cadáver de su tía.

Lautner mete el anillo en la bolsa transparente y se le acerca Robles.

Detective Robles: ¿Encontraste algo?

Detective Lautner: Este anillo. Es idéntico a uno que le vi puesto una vez a Estela Martínez.

Detective Robles: Parece ser que esa muchacha estuvo aquí. Me acaban de dar una descripción que corresponde a la de ella.

Detective Lautner: En ese caso, podríamos estar frente a una asesina. Este ya sería su segundo crimen, contando el de Manuel Saín en el que quedó fichada como sospechosa.

Detective Robles: Hay que unir varios puntos. Sospecho que también tuvo algo que ver con la muerte de su tía. Es muy extraño ese cuento de que una de sus sirvientas la haya secuestrado.

Detective Lautner: Es una lástima que no tengamos suficientes pruebas para ponerla bajo arresto. Pero tendremos que hacerle una visita para preguntarle qué estaba haciendo a la hora en que la vieron entrar aquí.

Detective Robles: Tienes razón, pero sería mejor esperar unos días.

Detective Lautner: ¿Unos días? Para qué unos días Alberto? ¿Te das cuenta que podemos estar frente a una asesina en serie que puede matar a alguien más?

Detective Robles: Vamos a tenerla vigilada. Tú te vas a encargar de eso mientras yo hago un par de investigaciones. Creo que hay alguien más detrás de todo esto a parte de Estela Martínez.

Detective Lautner: ¿Por qué lo dices?

Detective Robles: Por una llamada que ella misma me hizo en la tarde pidiendo que enviara una patrulla de policías para proteger a la nieta de Manuel Saín, sin contar la nota que encontramos en el hotel, que ella firmó enviándole a Saín una botella de vino envenenada.

El detective Robles observa la cruz invertida.

Detective Robles: Y no creo que Estela Martínez sea tan poco inteligente como para no haberse deshecho de la nota sabiendo que podía comprometerla.

Detective Lautner: ¿Piensas que hay alguien que la quiere inculpar?

Detective Robles: No lo sé, pero eso es lo que vamos a averiguar.

Ambos se miran pensativos.

INT. / MANSIÓN DOS SANTOS / NOCHE

Estela llega a la mansión, aún muy perturbada por haber visto esa escena macabra de Marcela crucificada al revés. Inmediatamente se dirige a las escaleras para subir a su cuarto.



Andrés: Señorita...

Estela: (se asusta) ¿Qué te pasa? ¿Cómo te atreves a asustarme de ese modo?

Andrés: (con un aura de misterio) Discúlpeme, pero sólo quería informarle que la señorita Adela está esperándola en la sala.

Estela (sorprendida): ¿Adela está aquí? Está bien, ya voy a atenderla.

Estela se dirige a la sala. Andrés se queda mirándola con misterio. Mientras tanto, en la sala, Adela espera de pie. Estela llega en ese momento.



Estela: No me esperaba que vinieras a verme después de la última vez que hablamos.

Adela: Tenía que hacerlo para pedirte una disculpa. Fui una tonta al no querer escuchar la verdad de tu parte, una cobarde...

Estela: Claro que no. Yo entiendo que esa haya sido tu reacción. Después de todo, no debió ser fácil para ti asumir que el hombre que siempre viste como tu abuelo en realidad no era quien pensabas.

Adela: Con eso que me dices, me siento más tranquila. Estela, yo... (Se detiene)

Estela: Me imagino que querrás que te cuente el resto del pasado de Manuel Saín.

Adela (solloza): No es necesario, porque ya lo sé todo. Yo descubrí un diario escondido en el armario y ahí me encontré con confesiones que... (Contiene el llanto) Discúlpame. Es que todavía me parece increíble pensar que mi vida hasta ahora haya sido una mentira.

Estela se acerca a Adela y la abraza. Ella le corresponde y rompe a llorar.

Estela: Lo siento mucho... (Acariciándole el pelo a Adela) Entiendo cómo te sientes.

Adela: (apartándose de Estela) Es que me duele mucho pensar qué crecí con un hombre al que siempre admiré, que me enseñó tantos valores, al que creía conocer, pero no. ¡Cuán engañada estaba!

Estela: Tú solo fuiste una víctima de Manuel Saín. Yo también. Por él pasé una vida de miseria con mis hermanos (solloza) Muchas penurias, hambres…

Adela: Mientras yo viví rodeada de lujos que ni siquiera han sido míos.

Estela: En realidad, esos lujos que dices también son tuyos. Te pertenecen legalmente por ser una Dos Santos, tanto como le hubieran pertenecido a mis hermanos y a mí, sólo que Manuel Saín se encargó de utilizarte para apoderarse de todo.

Adela: Me siento tan mal Estela... Tengo una opresión en el pecho horrible (Tocándose el pecho) Siento tanta tristeza y decepción

Estela: No vale la pena que te sientas así. Manuel está muerto y ya no importa. Lo que sí importa es que me escuches.

Adela: (limpiándose las lágrimas) ¿Todavía tengo cosas que escuchar?

Estela: Sí, pero esto no se relaciona tanto con el pasado de nuestras familias. Adela, toma esto con calma, pero es posible que estés corriendo peligro.

Adela (sorprendida): ¿Yo correr peligro? ¿Por qué?

Estela: Te dije hace unas semanas cuando salimos de la estación de policía que hay alguien acosándome y esa misma persona fue la que mató a Manuel Saín y...

Estela mira para todos lados, cuidando de que nadie esté escuchando y se le acerca más a Adela.

Estela: (hablando en voz baja) Y hoy también mató a Marcela.

Adela (impactada): ¿Qué? No puede ser. ¿Cómo sabes eso?

Estela: Ven, acompáñame a mi cuarto para que podamos hablar con más privacidad.

Minutos después, en el cuarto de Estela, ésta le muestra a Adela los tres acertijos que El Justiciero le ha dado. Adela los lee muy consternada.

Estela: Esos son los acertijos. En todos, si se sacan las sílabas de las palabras, se forman uno o dos nombres. En el primero por ejemplo, se formaba Manuel, mientras que en el segundo se forman tu nombre y Marcela.

Adela: Es por eso que unos policías estuvieron acompañándome cuando salí del canal hasta mi casa.

Estela: Yo llamé a la estación para que te los enviaran, porque podías ser tú la próxima víctima de ese "Justiciero". Así se hace llamar.

Adela: Me dijiste que él te llama a tu celular. ¿Cómo es que sabe tu número? ¿No reconoces su voz o algo?

Estela: Es que no sé cómo lo logra, pero su voz suena gruesa y distorsionada, no puedo reconocer si tan siquiera es hombre o mujer.

Adela: Debe tratarse de alguien que te conoce y sabe de todos los secretos de los Dos Santos y los Saín, porque también me dijiste que cuando mató a Manuel, te confesó que lo envenenó así como Manuel envenenó a nuestro verdadero abuelo.

Estela: Así es, pero las únicas personas que saben mi número de celular son tú, mi secretaria Mariana, Alexis, mi mayordomo y algunos socios y accionistas de la disquera.

Adela: Pues tal vez debamos a empezar a creer que entre una de esas personas está el llamado "Justiciero", exceptuándome yo.

Adela toma el último acertijo y lo lee en voz alta.

Adela: (leyendo) "En las bodas de un infierno, aleatorios serán tus ruegos cuando al xilófono al atardecer una "s" le agregues a él" (Deja de leer) El único nombre que encuentro aquí formado por sílabas es Alexis.

Estela (sorprendida): ¿Alexis?

Adela: Si estoy en lo cierto, ese "Justiciero" ha venido asesinando a los Saín, primero Manuel, después Marcela y ahora pretende hacerlo con Alexis.

Estela: Hay que avisarle que está corriendo peligro. Puedes decírselo tú en el entierro de Marcela, cuando encuentren su cuerpo en la bodega.

Adela: Sí, pero es mejor hablarle de esto a la policía. Ellos pueden hacer mucho más que tú y yo juntas. Recuerda que estaríamos lidiando con un asesino.

Estela recuerda que no puede pedir ayuda a la policía pues eso también la comprometería a ella.

Adela: ¿No lo crees más viable y menos riesgoso?

Estela: Déjame pensarlo. Voy a esperar a que el estúpido ese me vuelva a llamar y me dé instrucciones, aunque por lo pronto, se me está ocurriendo un plan.

INT. / MORGUE / AL DÍA SIGUIENTE

Alexis y Mariana están en la sala de espera de la morgue. El primero se ve inquieto y preocupado. Mariana también está preocupada, pero intenta mantenerse calmada.



Mariana: Por favor Alexis. Tranquilízate aunque sea un poco. Yo también estoy con los nervios de punta, mas sin embargo trato de tener paciencia.

Alexis: No me pidas paciencia Mariana. ¿No te das cuenta? El cuerpo que vamos a reconocer puede ser el de Marcela, el de mi hermana.

Mariana: Yo lo sé, pero también tengo la esperanza de que no sea ella y esté viva. Ten fe.

En ese momento, el detective Robles viene y se acerca a ellos.



Detective Robles: (a Alexis) ¿Es usted Alexis Saín, no?

Alexis: Sí, soy yo. ¿Ya puedo pasar a reconocer el cuerpo?

Detective Robles: Claro que sí.

Mariana: ¿Puedo pasar contigo Alexis? Por favor, me gustaría acompañarte

Alexis le asienta con la cabeza a Mariana. Los dos pasan a una fría habitación con el detective Robles. Sobre una camilla, está el cuerpo de alguien pero cubierto con una sábana blanca.

Detective Robles: (a Alexis) Ya había sido reportada semanas antes la desaparición de su hermana por el hospital psiquiátrico en donde estaba internada. A esta mujer la encontramos anoche y corresponde con las características de ella.

Alexis: Entiendo.

Un hombre de uniforme y que usa un tapabocas, retira la sábana blanca. Alexis y Mariana ven que efectivamente es Marcela.

Mariana: (negando con la cabeza entre lágrimas) No, no puede ser... Marcela, por favor no.

Mariana rompe a llorar desesperada acercándose al cuerpo de Marcela.

Mariana: ¡Marcela! (Gritando desgarrada) ¡Marcela! ¡Mi amiga! ¡Noooooo! (Se aferra a su cuerpo)

Alexis por su parte, se recuesta en una pared mientras derrama lágrimas en silencio.

DÍAS DESPUÉS
EXT. / CEMENTERIO / DÍA


Han pasado un par de días. Marcela ya ha sido enterrada y Alexis, acompañado de Mariana y vestidos de negro, ponen un gran ramo de flores al lado de la lápida. Mariana conforta a Alexis.



Mariana: (con la voz seca) Yo también lo siento mucho Alexis. Me duele mucho pensar que ya Marcela no está con nosotros. Era mi mejor amiga... La quería mucho (solloza)

Alexis: Quisiera no pensar en eso, pero siento que su muerte también fue mi culpa, como la de mi papá y la de Carlota...

Mariana: Claro que no. No te metas esas ideas erróneas otra vez en la cabeza. Las cosas pasaron así, no te culpes.

Alexis: (con amargura) Espero que la policía haga algo esta vez y encuentre al asesino, pero lo dudo. Tampoco pudieron hacer justicia con la muerte de mi papá. A él también lo mataron y las cosas siguieron como si nada…

Adela viene en ese momento, vestida de luto.



Adela: Hola Alexis.

Alexis: ¿Adela? No esperaba que vinieras.

Adela: Yo sé que nunca fuimos muy cercanos por los problemas que tenían mi abuelo y el tío Alfredo, pero no podía faltar al entierro de Marcela. Lo siento mucho...

Alexis: (sonriéndole forzado) Gracias.

Alexis y Adela se abrazan. A lo lejos, en su auto y usando gafas de sol, está Estela observando todo.



Estela: Adela ya debe estar por hacerles creer que soy una asesina despiadada, como lo planeamos.

Alexis y Adela se desprenden del abrazo.

Alexis: Marcela se había escapado del psiquiátrico unas semanas atrás y hace unos días fuimos a la morgue para reconocer un cuerpo y era ella.

Adela: ¿Cómo fue que murió? (Finge no saber)

Alexis: La policía la encontró muerta en una bodega abandonada. Fue asesinada. Un detective me comentó que al abuelo Manuel también lo asesinaron y tienen como sospechosa a Estela.

Adela: De hecho me gustaría hablar contigo sobre eso, pero tendría que ser a solas.

Alexis: Mariana es mi novia. Ella es como de la familia, por lo menos lo fue para mi hermana y mi papá. Disculpen que no las haya presentado...

Adela: Ya nos conocíamos el día que fui a la disquera para invitar a un show del canal a Estela. En fin, son cosas demasiado delicadas.

Mariana: Siendo así, es mejor que no interfiera y me retire.

Alexis: Espera Mariana. Yo no quiero que te sientas excluida. Tal vez Adela y yo podamos hablar luego.

Adela: Como quieras, pero realmente es algo importante. Es muy probable que alguien quiera destruir a los Saín matándolos uno por uno y si fuera así, los siguientes en la lista seríamos tú y yo.

Mariana (asustada): ¿Por qué llegaste a esa conclusión?

Adela: Porque antes de que Marcela se escapara del psiquiátrico, ella me comentó de la clase de mujer que es Estela. No sólo enredó al tío Alfredo sino que también la noche en que apareció muerto mi abuelo, ella estaba con él, sobra decir para qué.

Alexis: ¿Quieres decir que...?

Adela: Sí, sospecho que es Estela quien está detrás de todo. Esa mujer no es buena. La policía la tiene entre ojos, pero lo peor es que está esperando a que ataque de nuevo.

Mariana (asustada): Yo no puedo creer que Estela sea una psicópata asesina. Podrá ser algo presuntuosa y engreída, pero de ahí a ser una asesina...

Adela: Tal parece que odia a los Saín, por algo que seguro sucedió en el pasado.

Alexis recuerda una conversación que tuvo con Estela una noche.

FLASH BACK

Estela: (soltándose de él) ¡Vaya! Hasta que por fin te diste cuenta que fuiste un completo estúpido que cayó rendido. Eso merece una condecoración, ¿no crees? (Le sonríe cínica)

Alexis se queda atónito al oír a Estela.

Estela: ¡Pues sí! Me parece justo que sepas de una vez cuán patético y estúpido fuiste, ya que no fue tan difícil seducirte para darme cuenta que tu debilidad siguen siendo las mujeres, como tiempo atrás cuando me llenaste de ilusiones y aún así te casaste con mi tía (Habla con rencor)

FIN DEL FLASH BACK

Adela: Tenemos que tratar de hablar con la policía y ponerle alguna especie de trampa a Estela.

Alexis y Mariana se quedan pensativos. En su auto, Estela sigue observándolos con sus gafas negras de sol puestas.

Estela no se ha percatado de que a lo lejos, escondida tras un árbol, está la detective Lautner vigilándola, mientras habla por celular con su compañero, el detective Robles. Éste también habla desde su celular, en la bodega donde encontraron el cuerpo de Marcela.



Detective Lautner: Ya acabaron de enterrar a Marcela Saín. En estos momentos Estela está en su auto, escondida. Desde hace rato no le quita el ojo de encima a Alexis Saín, a Adela Parker y a otra muchacha, me parece que es una secretaria de la disquera.

Detective Robles: Muy bien, no le pierdas el rastro a Estela. Es fundamental que me mantengas informado de todos sus movimientos

Detective Lautner: ¿Tú dónde estás?

Detective Robles: Pienso interrogar al dueño de la bodega donde encontramos a Marcela Saín muerta. Él puede darme alguna información importante. Te llamaré luego (Cuelga la llamada)

INT. / HOSPITAL CENTRAL, HABITACIÓN DE CONCEPCIÓN / DÍA

Una enfermera está dándole de comer una sopa a Concepción, quien tiene la mirada retraída. La anciana empieza a recordar varias cosas, de la noche en que sufrió el accidente y ayudó a escapar a Carlota. De repente, Concepción reacciona y mira alrededor la habitación.



Concepción (extrañada): ¿Dónde estoy? ¿Qué lugar es este?

Enfermera: Usted está en un hospital señora, desde hace unas semanas.

Concepción: Tengo que hablar con el joven Alexis. Por favor, comuníqueme con él. Es muy importante.

Enfermera: Espéreme aquí, no se pare de la cama. Voy a llamar al Doctor.

La enfermera pone el plato de sopa sobre una bandeja y sale de la habitación.

INT. / BODEGA ABANDONADA / DÍA

El detective Robles interroga a un hombre mayor, el dueño de la bodega.



Detective Robles: Lamento mucho la molestia señor, pero es necesario que le haga un par de preguntas para esclarecer el asesino de la joven que encontramos aquí. Supongo que está consciente de lo mucho que eso lo puede perjudicar.

Hombre: Claro que sí señor detective. La verdad es que no me esperaba que algo así sucediera en mi bodega.

Detective Robles: ¿Estaba utilizando el establecimiento para algo o sabe de alguien más que lo haya hecho?

Hombre: Sólo se la alquilé a una mujer “güerita” hace varios meses y le di la llave de la bodega, pero de un tiempo para acá no la volví a ver.

Detective Robles: ¿Tiene datos de contacto de esa mujer que me dices? No sé, su nombre, teléfono…

Hombre: Sólo decía llamarse Paloma Torres. Ella me pagaba cada mes la renta de la bodega, muy cumplidamente. Justo hace unos días debía pagarme la renta de este mes.

Robles anota todo en su típica libreta y se queda pensativo.

INT. / MANSIÓN DOS SANTOS / NOCHE

Estela y Adela llegan juntas. Las dos pasan a la sala y se sienten cada una en un sofá diferente.



Estela: Todavía no puedo creer lo que me dijiste en el camino. Alexis y Mariana de novios, aunque no me toma por sorpresa. Ahora entiendo ese interés de ella por ponerse en el papel de amiga abnegada.

Adela: Estela… Me da la ligera impresión de que aún no me has contado muchas cosas de tu pasado y ahí entra también Alexis. ¿Me equivoco?

Estela: No, no te equivocas, pero en estos momentos no me siento bien para hablar de todo eso. Me duele mucho recordarlo.

Adela: Está bien, lo entiendo. Discúlpame.

En ese momento, Andrés irrumpe en la sala.



Andrés: Disculpen… Señorita Estela, hay unos detectives que andan buscándola.

Estela y Adela se miran extrañadas.

Estela: Está bien, hazlos pasar.

Andrés se retira y segundos después, a la sala entran los detectives Robles y Lautner. Estela y Adela se levantan para recibirlos.



Detective Robles: Buenas noches.

Estela: Buenas noches detectives. Me sorprende que me visiten a esta hora. ¿Sucede algo?

Detective Robles: Podríamos decir que sí. Supongo que sabe que hace unos días fue asesinada Marcela Saín, que precisamente es prima de la señorita Adela Parker aquí presente.

Estela: Sí, claro que lo sé, pero no entiendo. ¿Vinieron hasta aquí sólo para decirme eso?

Detective Lautner: Hemos estado investigando y ya sabemos que usted tiene nexos con el asesino de Manuel y Marcela Saín (Estela y Adela se sorprenden)

Adela: (interviniendo) En realidad…

Estela: ¡Es cierto! Yo tengo contacto con el asesino, pero les puedo asegurar que no lo conozco, ni sé quién es.

INT. / HOSPITAL CENTRAL, HABITACIÓN DE CONCEPCIÓN / NOCHE

Concepción está hablando con Alexis. Él se sienta al lado de la anciana, en la cama. Mariana también está presente, pero cerca a la puerta.



Concepción: Le agradezco mucho que haya pagado los gastos hospitalarios joven. Cualquier persona no habría hecho eso.

Alexis: No hay de qué Concepción. Me vi en la necesidad de ayudarte y es bueno ver que ya estás mejor y recuperaste la memoria.

Concepción: Tanto como perder la memoria no. Tenía lagunas mentales y eso me hacía sentir desorientada, pero ya mis recuerdos se esclarecieron.

Alexis: Entonces me puedes decir cómo fue que terminaste andando por las calles, pidiendo limosna.

Concepción: Yo sufrí un accidente, desconozco hace cuánto tiempo, pero lo sufrí una noche en que… ayudé a escapar a la señora Carlota del calvario que estaba sufriendo en manos de Estela.

Alexis (desconcertado): ¿De qué estás hablando? No te entiendo. ¿Cómo que calvario?

Concepción: Así como lo oye. La sobrina de la señora, la misma Estela que usted y yo conocemos, me llamó para darme trabajo de nuevo en la mansión. Ya no es la misma muchacha de hace más de un año.

Alexis: Eso lo sé. Hace algunos meses me reencontré con ella y estoy al tanto de lo bien que le ha ido y de lo mucho que cambió.

Concepción: No solo me refiero a lo físico joven, también a la actitud. Estela se volvió mala, perversa como no se imagina usted. Ella tenía encerrada a la señora Carlota en un cuarto estrecho, maltratándola de la peor forma.

Alexis y Mariana se impactan al oír a Concepción.

Concepción: (llorando) Una noche yo ayudé a escapar a la señora en un auto. Me pidió que la dejara en una estación de tren, pero Estela nos persiguió. Estaba empeñada en atraparla. Yo sólo dejé a la señora Carlota en la estación y me fui, pero los nervios no me dejaban manejar.

Concepción recuerda el momento del accidente.

Concepción: Por poco choco con un camión. Traté de esquivarlo, pero me salí de la carretera hacia un barranco. No pensé en nada más que saltar y… (Siente que no puede hablar más)

Alexis: Es mejor que dejes hasta aquí, no te hace bien agitarte.

Concepción: Yo tengo mucho miedo de que Estela me encuentre y me mate joven.

Alexis: No te preocupes. Te prometo que yo no voy a dejar que eso pase. Descansa.

Alexis sale de la habitación con Mariana. El joven se sienta en una silla de la sala de espera muy impresionado por lo que acaba de contarle Concepción.

Mariana (sorprendida): Me cuesta creer lo que dijo esa señora, no porque la considere una mentirosa, sino porque me resulta increíble que Estela haya sido capaz de…

Alexis (sollozo): A mí tampoco me cabe en la cabeza que Estela sea la clase de monstruo en que se convirtió. No puedo creer que haya sido capaz de matar a Carlota. ¡No puedo! (Desesperado)

Mariana se sienta al lado de Alexis y lo abraza. Él le corresponde.

INT. / MANSIÓN DOS SANTOS, SALA / NOCHE

Estela acaba de platicarles a los detectives del “Justiciero” y de los acertijos que él le ha enviado. Todos están sentados.



Estela: Adela y yo llegamos a la conclusión de que el asesino es alguien cercano a mí, que me conoce. Por eso planeamos que ella engañara a Alexis y a Mariana, diciéndoles que la policía está investigándome por ser la principal sospechosa de los últimos asesinatos.

Detective Robles: ¿Creen que alguno de ellos dos sea el asesino?

Estela: No lo sé, pero no creo que Alexis haya sido capaz de matar a su propia hermana y a su abuelo.

Detective Lautner: Según nuestras investigaciones, es probable que el asesino sea una mujer.

Estela y Adela: (al unísono) ¿Una mujer?

Detective Robles: Hemos recolectado varias descripciones que nos han dado los testigos, y en todos hay algo en común.

Detective Lautner: Una mujer rubia, que parece llamarse Paloma Torres.

Estela: No conozco a nadie con ese nombre.

Detective Robles: Puede ser un nombre falso. Lo más conveniente si queremos dar pronto con esa posible asesina para evitar que mate a alguien más, es que interceptemos todos los teléfonos de la disquera. También los de esta mansión, su celular y el de Adela.

Adela: ¿El mío? ¿Por qué?

Detective Lautner: Porque es usted el medio que está utilizando la asesina para tener bajo amenaza a Estela. ¿Tiene algún problema?

Adela: Claro que no. Es sólo que me desconcertó, pero no me molesta para nada.

Detective Robles: Muy bien. El día de mañana empezaremos a trabajar en eso.

Todos los presentes se miran entre sí.

DÍAS DESPUÉS
INT. / ESTACIÓN DE POLICÍA, OFICINA DE ROBLES / DÍA


El detective Robles está analizando su tablero, en el que tiene pegadas varias fotos de mujeres que están o han estado cercanas a Estela. Entre esas fotos están las de Mariana, Isabel, Marcela y Adela.





Detective Robles: Todas estas mujeres, exceptuando a Adela Parker, son rubias. Según el testimonio del dueño de la bodega, Paloma Torres es rubia y tiene ojos azules. Puede que esa mujer haya sido Marcela Saín, que dijo un nombre falso para escabullirse del hospital psiquiátrico, sin embargo ella tenía los ojos verdes, así que queda descartada

Robles tacha con un marcador una “x” sobre la foto de Marcela.

Detective Robles: La que cumple más con la descripción es Mariana Smith.

De repente, un policía irrumpe en la oficina del detective.

Policía: Disculpe detective. Ya llegó el hombre que me pidió que buscara, el dueño de la bodega.

Detective Robles: Está bien, hazlo pasar.

El policía se retira y segundos después, el mismo dueño de la bodega entra a la oficina del detective Robles.

Detective Robles: Qué bueno que pudo venir señor. Es muy importante su participación en este caso.

Hombre: Lo hago con gusto señor detective.

Detective Robles: Es necesario que me diga si logra reconocer a una de estas mujeres que ve aquí (Le señala el tablero)

El hombre mira el tablero y efectivamente reconoce a una de ellas, pero en ese momento, antes de que el hombre le pueda decir, Robles recibe una llamada en su celular de la detective Lautner.



Detective Robles: Dime Lautner. ¿Averiguaste algo?

Al otro lado de la línea, la detective Lautner camina por un cementerio, hablando por celular, sin percatarse que está siendo observada por alguien.

Detective Lautner: Estuve visitando las únicas dos casas de Miami que están bajo propiedad de alguna “Paloma Torres”. En la primera, me atendió una mujer que no corresponde con la descripción, mientras que en la segunda, también me atendió una mujer, que me dijo que la única Paloma Torres que conocía ya está muerta.

Detective Robles: En mi caso, tengo aquí al hombre que le alquiló la bodega a Paloma Torres. Justo me llamaste cuando estaba a punto de decirme si reconocía a alguna de las mujeres cercanas a Estela Martínez.

Detective Lautner: ¡Espera, un momento!

La detective Lautner se esconde tras un árbol y observa a una mujer rubia de espaldas, visitando una tumba en particular. Esa mujer usa un sombrero largo y lentes de sol.

Detective Robles: ¿Qué sucede Lautner? ¿Qué viste?

Detective Lautner: Estoy en el cementerio donde está enterrada la Paloma Torres fallecida y veo en este momento una mujer rubia visitando la tumba. Voy a seguirla. Te llamo luego (Cuelga)

Detective Robles: ¡Oye, espera! ¡Lautner! ¡Rayos!

CONTINUARÁ...

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