sábado, 13 de diciembre de 2014

Capítulo 20: Gran final (2º parte)

INT. / CAFETERÍA / DÍA

Alexis y Adela toman un café, mientras platican.



Adela (sorprendida): No puedo creer lo que me acabas de contar Alexis. ¿Estás seguro que esa anciana no está mintiendo?

Alexis: ¿Qué razón tendría Concepción para estar mintiéndome con algo tan delicado?

Adela (pensando: Esto no me lo había contado Estela. ¿Será cierto?) En fin, no me sorprende viniendo de Estela. Está visto que esa mujer es más peligrosa de lo que pensamos. Estoy segura que es una asesina.

Alexis: Yo ya no sé qué pensar Adela. Sólo quiero alejarme de esta ciudad, irme lejos, empezar una nueva vida con Mariana. Hoy le voy a pedir que se case conmigo.

Adela: ¿Cómo? ¿Tan pronto? Tengo entendido que no hace más de dos meses que se hicieron novios.

Alexis: Lo sé, pero sólo nos casaremos por lo civil. Más adelante podríamos casarnos por la iglesia si ella lo quiere. Sólo quiero irme en cuanto antes de Miami para viajar a Paloma.

Adela: Me sigue pareciendo demasiado apresurado, no sé

Alexis: Estoy seguro que no me arrepentiría de casarme con Mariana. Ella me hace feliz a mí, siempre está apoyándome en todo, no me reclama y me entiende. Es la mujer ideal

Adela: Si tú lo dices…

Adela piensa en el último acertijo que el Justiciero le dio a Estela: “En las bodas de un infierno, aleatorios serán tus ruegos cuando al xilófono al atardecer una “s” le agregues a él”

EXT. / VECINDARIO / DÍA



La detective Lautner ha seguido a la mujer rubia misteriosa hasta un vecindario de casas de clase media. Lautner se esconde tras un automóvil y observa como la mujer entra a su casa. La detective aún no se ha dado cuenta que está siendo seguida desde el cementerio por otra persona. Unos minutos después, la mujer rubia vuelve a salir. Ésta vez, no lleva nada puesto de tal modo que se le haga difícil reconocerla a Lautner, pero la cámara no enfoca el rostro de la misteriosa.



Detective Lautner (impactada): No puede ser. Esa muchacha...

Lautner ve que la mujer misteriosa se va, por lo aprovecha y llama a su compañero, Robles.



Detective Robles (molesto): ¡Lautner! ¿En dónde demonios estás? Te estaba llamando, pero no me contestabas.

Detective Lautner: Lo siento Alberto, pero apagué mi celular. Acabo de ver quién es la mujer que estaba visitando la tumba de Paloma Torres. La seguí hasta donde vive, entró y se volvió a salir.

Detective Robles: Escúchame, no hagas nada todavía.

Detective Lautner: No me puedes pedir eso. Esto es un reto para mí. Tengo que averiguar si esa mujer que acabé de ver realmente puede ser la asesina, así que voy a entrar a su casa. Te llamo más tarde (Cuelga la llamada)

Detective Robles: ¡No puede ser! ¡Lautner, obedéceme! (Se da cuenta que ya colgó)

La detective Lautner mira para todos lados, cuidando que nadie la vea. En una hábil maniobra, le quita unas agujas a su reloj de muñeca y con ellas, empieza a forzar la cerradura.

Detective Lautner: Vamos (Sigue intentando)

Finalmente, Lautner consigue abrir la puerta, entra a la casa, pero de repente, siente que alguien cierra la puerta. La detective se da la vuelta, viendo que es Estela.



Detective Lautner (sorprendida): Estela... ¿Qué se supone que hace aquí?

Estela: (apuntándole con una pistola) ¡No se mueva detective! He estado siguiéndola. Sabía que me iba a llevar al lugar preciso.

Detective Lautner: ¿Se ha vuelto loca? ¡Baje eso! ¿Qué pretende hacer?

Estela: Lo siento, pero no me conviene que la policía siga interviniendo. El asesino puede darse cuenta y hacerle daño a Adela y no estoy dispuesta a volver a perder una hermana. A partir de aquí sigo yo.

Detective Lautner: Está cometiendo un grave error obstruyendo la autoridad. No puede pretender enfrentar a un asesino usted sola a no ser que también se vea comprometida en algo turbio.

En ese momento, ambas escuchan la voz de una anciana que viene del interior de la casa.

Voz: ¿Quién anda ahí? ¿Hija eres tú?

Detective Lautner: Tenemos que escondernos. ¡Pronto!

La detective y Estela se esconden rápidamente. La primera tras un sofá y la segunda dentro de un armario. Hacen silencio y oyen los pasos de esa anciana que les habló. Tocan la puerta, por lo que la anciana misteriosa, abre. Es la otra mujer misteriosa rubia.

Mujer misteriosa: Olvidé mi celular abuela.

La mujer coge su celular de un tocador y se lo mete al bolsillo de su chaleco. En eso, saca de un cajón una máscara. Es la misma máscara del Justiciero, la cual se pone en el rostro. La mujer se mira en el espejo, como si no reconociera su reflejo con la máscara puesta. Estela entre abre la puerta del armario, pero ve a la mujer de espaldas.

Mujer misteriosa: Mi hora de ser feliz se acerca. Yo me he encargado de que así sea.

La anciana se para tras ella. Estela la reconoce por el reflejo en el espejo.



Estela (impactada): Doña María…

La mujer joven poco a poco, se va bajando la máscara. Estela observa atónita a través del reflejo en el espejo quién es.



Estela: (susurrando) No… no puede ser. Mariana

Es Mariana, mostrando una mirada dura, penetrante y de odio. Estela se lleva las manos a la boca muy sorprendida y sigue observando como Mariana deja la máscara a un lado y saca de uno de los cajones de su tocador una foto enmarcada de Alexis, la cual acaricia. María se hace a su lado y observan juntas la foto.

Mariana: Él es el hombre de mi vida. Eso nadie va a cambiarlo. Nos vamos a casar y va a ser mío siempre.

María: Ten por seguro que así va a ser mi niña. Has hecho una buena labor quitando a las personas que te puedan impedir tu felicidad, personas malas… de quienes ya nos encargamos de que pagaran.

Mariana deja la foto en el tocador y luego camina un lado específico de su casa, donde hay un maniquí que tiene un vestido de novia puesto. Estela sigue observándola desde el ángulo de su escondiste.

Mariana: Cuánto lamento que mi mamá no nos pueda acompañar. Ella que confeccionó este vestido para el día en que me casara con el hombre de mis sueños (solloza) ¡Tenía que morirse! ¡Me dejó sola con el maldito cerdo de mi padrastro!

La detective Lautner está preparándose para salir de su escondite.



Mariana: (abrazando el maniquí) ¿Por qué mamá? ¿Por que te tenías que ir? Estarías tan orgullosa de mí

María: (consolándola) ¿Cuántas veces te he dicho que seas fuerte? Las cosas sucedieron por culpa de Manuel Saín, él que nos abandonó a mi hija y a mí cuando salimos hace años de la mansión Dos Santos, no le importamos…

Mariana (recia): ¡Por eso ya hicimos una parte de justicia abuela! (Mira a doña María) Ya matamos al maldito de Manuel Saín como lo merecía, a Marcela… Esa pobre tonta que sólo utilizamos para que Adela y Estela se conocieran, y por ende Estela conociera a Manuel; sólo falta hacerle pagar principalmente a ella… a Estela.

Estela (muy consternada): No puede ser, no lo puedo creer (Susurrando)

María: Y pagará mi amor (Acariciándole el cabello) Estela también pagará.

La detective Lautner le quita el seguro a la pistola y sale de su escondiste, apuntándoles a doña María y a Mariana.

Detective Lautner: ¡Alto ahí!

Ellas se sorprenden al ver a la detective.

Mariana: ¿Cómo entraste a mi casa?

Detective Lautner: Soy la detective Sally Lautner. Están detenidas por ser autoras intelectuales de las muertes de Manuel y Marcela Saín (Acercándose) Y será mejor que no intenten nada.

Mariana empieza a reírse como una loca.

Mariana: ¿Y viniste hasta aquí tú sola para arrestarnos?

Detective Lautner: ¡Cállate! Tienes derecho a guardar silencio. Todo lo que me digas será usado en tu contra.

María: ¡Un momento! ¡Usted no puede arrestar a mi nieta! ¡No se lo voy a permitir! (Desafiante)

Detective Lautner: Usted no es la autoridad señora.

Lautner se prepara para esposar a Mariana, sin embargo ésta ágilmente le pega un codazo en el estómago a la detective y acto seguido, la patea, causando que Lautner suelte el arma. Lautner se tira al piso para recogerla, pero Mariana la jala del pelo con fuerza y golpea su cabeza contra el piso de tal modo que Lautner queda inconsciente. Mariana se incorpora.

María: ¡Ay hija! ¡Tenemos que hacer algo! No podemos permitir que arruine nuestros planes.

Mariana: Vamos a deshacernos de ella (Pensativa) Ya sé cómo, empaca todo lo importante en cuanto antes abuela. ¡Rápido antes de que despierte!

Estela sigue en el armario en silencio. Mariana muy apurada, le arranca el vestido de novia al maniquí y se va con él a su habitación. Saca una maleta de su clóset, empaca ahí el vestido y otras prendas de ropa y objetos personales, la cierra y va hacia la cocina, en donde enciende todas las llaves de la estufa de gas. Por su parte, doña María también ha empacado en una maleta pequeña varios de sus vestidos y ropa, y se reúne en la cocina con su nieta.

María: ¿Qué piensas hacer?

Mariana saca de la alacena un cerillo y lo enciende.

Mariana: Esta es la manera más efectiva de limpiarlo todo (Arroja el cerillo al piso, sonriendo como una psicópata) Vámonos abuela. Esta casa no importa, ya encontraremos un sitio donde quedarnos.

María: Muy bien.

Abuela y nieta salen de la casa rápidamente con sus maletas. Mariana cierra la puerta. Estela aprovecha y sale de inmediato del armario.



Estela: (moviendo a Lautner) Por favor despierte detective. ¡Pronto! ¡Tenemos que salir de aquí! ¡Despierte, maldición!

Lautner abre los ojos, pero sintiéndose muy desorientada.

Estela: Escúcheme. Tenemos que salir de aquí. Esto va a explotar. Apóyese en mí.

Detective Lautner (consternada): ¿Qué...? ¿Qué pasa?

Estela ayuda a levantar a la detective, quien se apoya en Estela. Las dos se dirigen hasta la puerta. Estela abre y salen de la casa corriendo.

Estela: (gritando) ¡Al piso!



Se lanzan al piso al tiempo que la casa queda envuelta en una gran explosión.

EXT. / CASA DE DON MANUEL / HORAS DESPUÉS

Ha caído la noche en Miami. Adela acaba de llegar en un taxi a su casa.



Mientras busca la llave para abrir, alguien con guantes negros le pone un pañuelo oliendo a escopolamina entre la boca y la nariz. Adela intenta soltarse, pero poco a poco va perdiendo el conocimiento y se desmaya.

INT. / CAFETERÍA / NOCHE

Alexis espera a Mariana, ocupando una mesa. Mira su reloj de muñeca y bebe un poco de café. En eso, llega Mariana a la cafetería y se acerca a él.



Mariana: Hola (Se besan en los labios) Disculpa que haya llegado tarde, pero tuve un inconveniente a último momento (Se sienta)

Alexis: ¿Qué inconveniente? ¿Te puedo ayudar?

Mariana: No es nada, no te preocupes. Tuve que mudarme de la casa donde vivía. Estaba atrasada con la renta (miente). Me instalé en un pequeño hotel con mi abuela mientras encontramos otra casa.

Alexis: No sabía nada. ¿Por qué no me lo dijiste? Te habría podido ayudar.

Mariana: No quería mortificarte con mis problemas, pero mejor pasemos de tema. Me da que esta no es una cita cualquiera como para que hayamos venido a esta cafetería tan elegante.

Alexis: (sonriendo) Tienes razón. Te pedí que vinieras porque quiero hacerte una propuesta Mariana.

Mariana (nerviosa): ¡Ay Alexis! Ya dime y no me hagas comer ansias.

Alexis saca del bolsillo de su saco, una pequeña cajita y la abre frente a Mariana. Es un anillo de compromiso. Mariana abre la boca y los ojos como platos muy sorprendida.

Alexis: Mariana. Lo pensé y me he dado cuenta que eres una mujer muy especial. Estoy seguro de lo feliz que podríamos ser estando juntos y...

Mariana: (lo interrumpe) ¡Sí Alexis! ¡Acepto! ¡Acepto casarme encantada contigo!

Alexis sonríe y le pone el anillo a Mariana en el dedo anular de la mano derecha. Ella se mira muy emocionada cómo le quedó puesto el anillo.

Mariana: (llorando) Te prometo que haré lo que esté en mis manos para hacerte el hombre más feliz Alexis. Te amo.

Los dos se levantan y se besan.

Alexis: Me gustaría que nos casáramos antes de viajar a Paloma y hacer alguna ceremonia sencilla por lo civil. Más adelante podríamos casarnos de nuevo por la iglesia.

Mariana: No importa si es por lo civil o por la iglesia, con ceremonia o no. Yo sólo quiero estar casada contigo en cuanto antes porque te amo. Me haces muy feliz.

Mariana lo besa y Alexis le corresponde.

INT. / HOSPITAL CENTRAL, HABITACIÓN DE LAUTNER / NOCHE

La detective Lautner reposa sobre una cama, recuperándose. Robles ha pasado a verla.



Detective Robles: Sé que no es momento de hacerte reclamos, pero ¿te das cuenta de lo que hiciste por imprudencia? Pudiste perder la vida.

Detective Lautner (molesta): Yo sé que lo arruiné todo y de nada me sirve decir que lo siento mucho. Ni siquiera me acuerdo bien de lo que pasó. Tengo la cabeza muy confusa (Se lleva las manos a la cabeza)

Detective Robles: El doctor dijo que fue debido a un golpe en la cabeza, pero en el trascurso de los días vas poder recordar todo mejor.

Detective Lautner: (llorando furiosa) ¡Soy una vergüenza como detective! Estaba tan cerca de la asesina y la dejé ir ¡Estoy segura que es una mujer, pero no lo recuerdo!

Detective Robles: Parece ser que Estela Martínez estaba contigo. Ella me llamó y me dio la dirección de donde te encontrabas para que enviara una ambulancia y un camión de bomberos, pero no he podido localizarla, ni a ella ni a Adela Parker.

Detective Lautner: Tal vez se están escondiendo de la asesina por miedo a que les haga algo.

Detective Robles: La única manera de descubrir la identidad de “El Justiciero” era que el dueño de la bodega reconociera alguna de las fotos de las mujeres cercanas a Estela, pero con lo que pasó contigo, lo dejé a un lado y ahora está también desaparecido. Ya mandé a buscarlo

Detective Lautner: Lo más probable es que con mi imprudencia, haya alertado a la asesina y haya secuestrado al hombre.

INT. / CUARTO OSCURO / HORAS DESPUÉS

El dueño de la bodega y Adela, están atados de manos a pies a una silla, dormidos. En una penumbra, Mariana usa el disfraz de “Justiciero” pero sin la máscara y tiene el cabello recogido. Está utilizando un micrófono especial mientras llama a alguien por celular.



INT. / AUTO DE ESTELA / NOCHE



Estela se encuentra en su auto. La joven ve que está recibiendo una llamada a su celular del mismo número desconocido de siempre, el del Justiciero.



Estela: (Contesta la llamada muy seria) Habla… ¿Qué quieres ahora?

Mariana: (con voz distorsionada) Fuiste muy estúpida Estela. Lo peor que pudiste hacer fue hablar con la policía, pero de nada te sirvió. Me encargué de que no quedaran pruebas de mi verdadera identidad y ahora tengo a Adela.

Estela: No te creo nada.

Mariana: Pues en vista de que no me crees, compruébalo por ti misma.

Mariana en el cuarto oscuro, se pone la máscara y una peluca, deja el celular sobre una mesa y le arroja una cubeta de agua helada a Adela, despertándola en el acto.



Adela: ¡Aaaaa! (Mirando para todos lados) ¿Qué es esto? (Se percata que está amarrada) ¿En dónde estoy?

Adela se queda muy asustada al ver frente a ella al Justiciero. Al otro lado de la línea, Estela logra escuchar la voz de Adela y hace una expresión de furia en el rostro. El Justiciero toma el celular y se lo pone a la aterrada Adela en el oído.

Adela: Estela... ¿Estela eres tú?

Estela (preocupada): ¡Adela!

Adela: Estela no sé qué hago aquí. Llegué a mi casa y sentí que de repente alguien me puso un pañuelo en la nariz y me desmayé. ¡Por favor ayúdame!

Estela: Escúchame Adela. Ten calma. Te prometo que voy a hacer hasta lo imposible para que no te pase nada.

Mariana le quita el celular del oído a Adela, se aleja de ella y le habla a Estela.

Mariana: (con voz distorsionada) ¿Ahora me crees?

Estela (furiosa): ¡Te juro que si algo le pasa a Adela te mato con mis propias manos! ¿Me oyes? ¡Te mato! No me conoces bien.

Mariana: (con voz distorsionada) ¡Qué miedo! (Se burla) Todo va a depender de ti. Tienes una semana para acudir al lugar del último acertijo que te envié. Será en un lugar público con mucha gente, así que estaré escondido observándote. Si intentas algo, voy a degollar a tu "hermanita"

Estela: (conteniendo la ira) ¿Qué debo hacer una vez que llegue al lugar?

Mariana: Primero vas llamar a la policía para que acudan al sitio. Una vez que llegues, les confesarás a todos la clase de mujerzuela barata que eres y confesarás que mataste a Alfredo Saín, a tu tía Carlota, a Manuel y a Marcela.

Estela: La policía sabe que yo no maté a los dos últimos.

Mariana: Eso es muy sencillo. Les dirás que Marcela era tu cómplice y la impulsaste para que envenenara a Manuel y luego, la mataste para que no quedaran cabos sueltos.

Estela (resignada): Está bien, lo haré. Iré a la cárcel, ¿pero cómo me garantizas que no le harás nada a Adela?

Mariana: Te doy mi palabra. Adela no podrá decir nada una vez pase todo, porque a ella también la amenazaré con matarte a ti sino cierra su linda boca.

Mariana rosa con un cuchillo a Adela, quien permanece quieta, muy angustiada.

Mariana: Todo saldrá perfecto, porque ya me encargué de enviarle a la policía tus fotos comprometedoras, que te implican como la asesina de Carlota Dos Santos. Espero que todo te haya quedado claro.

Estela: Por lo menos deberías decirme quién eres (Finge no saberlo). ¿Tan patético te sientes como para hundirme ocultándote de mí?

Mariana: ¡Cállate! (Le pega una cachetada a Adela)

Adela (adolorida): Aaaah!

Estela logra escuchar por el celular el gemido de Adela.

Estela: ¡Detente, no la golpees! (Desesperada)

Mariana: El sufrimiento que pase Adela en mis manos depende de ti. Buena suerte (Le cuelga)



Estela tira su celular para el asiento de al lado de su auto, recuesta su cabeza en el volante y derrama un par de lágrimas con una expresión dura en el rostro.

Estela: ¡Desgraciada, mustia! (Golpea el volante) Juro que voy a acabar con ella aunque sea lo último que haga. Ya veremos quién gana, si ella o yo. ¡Ya lo veremos!

INT. / CUARTO OSCURO / NOCHE

Mariana, disfrazada por supuesto, le tira una cubeta de agua fría al dueño de la bodega. Adela observa muy asustada en silencio. El dueño de la bodega se despierta.





Hombre: (mirando para todos lados) ¿En dónde estoy? ¿Cómo llegué aquí?

Mariana en silencio y en una mesa, prepara una jeringa. Luego se acerca al hombre y con un pedazo de algodón, prepara una vena del cuello de él para inyectarlo.

Hombre (aterrado): ¿Qué me estás haciendo? ¿Quién eres tú?

Adela: (a Mariana) Por favor no le hagas nada, sea quien seas. No lo mates (Llorando)

Mariana los ignora y termina por inyectar al hombre, quien grita adolorido en medio de un eco.

TRES SEMANAS DESPUÉS
INT. / SALÓN, BAÑOS / DÍA


Concepción y doña María le ayudan a Mariana a terminar de ponerse el vestido de novia. Mariana luce muy hermosa, maquillada y con el pelo cepillado. La muchacha se mira al espejo, sonriendo ilusionada.



María: (sonriendo) ¡Te ves como una princesa, mi amor!

Mariana: ¡Ay abuelita! ¡Por fin se llegó el día! Me voy a casar con Alexis! ¡Jamás había sentido tanta emoción!

Concepción: Los dos hacen una bonita pareja y tú eres una muchacha muy buena y noble. Se ve que serán muy felices (Le sonríe)

Mariana: Con seguridad que sí. Yo misma me he encargado de que así vaya a ser (Dice con doble intención)

Concepción: Sin contar que quedaste preciosa.

María: Doña Concepción tiene toda la razón. Tu novio se va a quedar sin palabras cuando te vea.

Mariana: Muchas gracias. Halago que me hacen.

Concepción: Muy bien. Vamos ya. Todos los invitados debieron haber llegado ya y Alexis debe estar esperándote con el notario.

Mariana: Tengo muchos nervios (Respirando profundo)

María: Ten confianza. Todo va a salir bien.

Mariana, doña María y Concepción salen del baño. Entretanto, en el salón, los invitados a la boda están en sus asientos. Alexis luce su traje de novio en el altar, junto al notario y se extraña al ver entrar al detective Robles con algunos policías. Alexis se acerca a él.



Alexis (sorprendido): Detective. Me sorprende que haya venido a mi matrimonio (Se dan la mano)

Detective Robles: Me gustaría hacerlo en otras circunstancias, pero lamentablemente no es así.

Alexis (extrañado): ¿Por qué lo dice? ¿Sucede algo?

Detective Robles: No quisiera aguarle su boda señor Saín, pero hace varias semanas Estela Martínez está prófuga de la ley.

Alexis: ¿Por qué? ¿Acaso ya consiguieron pruebas que la inculpen en los asesinatos de mi abuelo y de mi hermana?

Detective Robles: Más bien recibimos unas fotos que la hacen responsable directa de la muerte de su tía, Carlota Dos Santos. Ahí se ve claramente como Estela y ella forcejeaban y cómo Estela la empujó a la vía férrea del tren.

Alexis (impactado): No puede ser... Entonces es cierto (Se pasa las manos por el rostro)

Detective Robles: ¿Usted sabía algo?

Alexis: Más bien lo sospechaba. Hay alguien que puede servirle de testigo para lo que pasó esa noche. Trabajó para Estela, es una anciana que se llama Concepción.

Detective Robles: Me va a servir de mucha ayuda, ya que en un principio, Estela afirmaba que había sido la tal Concepción la culpable de la muerte de Carlota Dos Santos, pero fuera de eso, vine también porque es probable que Estela no tarde en aparecerse aquí cuando comience la ceremonia.

Alexis: ¿Cómo lo sabe?

Detective Robles: Ella misma me llamó esta mañana para citarme aquí. Desconozco qué pretenda hacer.

EXT. / SALÓN / DÍA

Estela está dentro de su auto, afuera del salón donde se llevará a cabo la boda de Mariana y Alexis. La muchacha usa sus gafas de sol.



Estela: Llegó el día. Mariana cree tener todo bajo control, pero no se imagina con que yo también tengo mi haz bajo la manga.

Estela saca de su bolso una pistola y le quita el seguro.

INT. / CUARTO OSCURO / DÍA

Adela desde hace rato, intenta soltarse los pies de la soga con la que está amarrada. Lo logra, sin embargo, le faltan las manos. La chica de tanto forzar, se ha maltratado las muñecas y está sangrando.



Adela: Tengo que salir de aquí. Ese asesino puede matar a Estela. ¡Ya…! ¡Ya casi!

Ella sigue intentando desatarse las manos.

INT. / SALÓN / MINUTOS DESPUÉS

Mariana llega al salón, enganchada de brazo con un amigo de Alexis, que se escogió como padrino de la boda. Éste la acompaña hasta el altar. Una vez llegan, el padrino se sienta y Mariana y Alexis se sonríen. Doña María es la madrina. A la boda han asistido pocas personas, que se ponen de pie para iniciar el protocolo.



Notario: Buenas tardes a todos. Estamos aquí reunidos para presenciar la unión matrimonial entre la señorita Mariana Smith y el señor Alexis Saín...

Mientras el notario sigue hablando. Estela entra a pasos lentos al salón. El sonido de sus tacones se hace sentir entre los presentes, quienes posan su mirada en ella. El detective Robles desde su banca la ve. Estela se quita las gafas negras, las tira al piso y dispara hacia el techo.



Estela: ¡Detengan esto!

Se escuchan los gritos de los presentes por el disparo. Mariana y Alexis voltean. Robles y sus hombres sacan sus armas y le apuntan a Estela.

Detective Robles: Será mejor que baje el arma Estela, antes de alguien salga herido.

Estela: ¡No voy a bajar nada! Y les advierto. ¡No quiero que nadie se me acerque! (Grita histérica)

Alexis: Estela... ¿Qué estás haciendo? ¿Te volviste loca?

Mariana: (fingiendo susto) Por favor no nos hagas daño Estela. No hagas algo de lo que te puedas arrepentir después.

Estela: (a Mariana) ¡Tú cállate!

Estela le apunta con la pistola. Mariana grita asustada y Alexis se antepone a ella.

Alexis: ¡Será mejor que bajes esa arma Estela! ¿Por qué haces esto? ¿Qué es lo que quieres?

Estela: Yo no vine a matar a nadie si eso es a lo que todos temen. ¡Vine a acabar con todo esto de una buena vez! Ya me da igual lo que pueda pasar conmigo, pero si estoy aquí es por la única hermana que me queda (solloza)

Mariana tras Alexis se sonríe con disimulada malicia con su abuela, doña María.

Estela: (rompiendo a llorar) Hice muchas cosas malas para poder vengarme sin piedad de todos los que me hicieron daño. Me dejé llevar por esa sed insaciable de poder y venganza que sólo me secó más por dentro y aquí estoy...

El detective Robles, sin que Estela se dé cuenta, le hace una seña a sus compañeros para que se acerquen lentamente a ella.

Estela: Todo es más turbio de lo que tú te imaginas Alexis, porque siempre fuiste un títere que se dejó manejar por Carlota y por mí.

Alexis (desconcertado): Estela...

Estela: Yo... (Llorando desconsolada) Yo maté a tu papá. ¡Maté a Alfredo!

Alexis se impresiona al oír tal confesión. Los presentes empiezan a murmurar.

Estela: Lo maté cuando descubrió las intenciones que siempre tuve con él. Enredarlo para que me llevara a la cima y me hiciera una mujer amada, famosa, fina. Yo fui quien lo mató.

Alexis (furioso): ¡Maldita infeliz! Es increíble que puedes ser tan cínica de aparecerte el día de mi matrimonio para confesarme algo así (Intenta ir hacia ella)

Mariana: (deteniendo a Alexis) ¡No Alexis! No te muevas. Te puede hacer daño

Estela: El daño ya está hecho desde hace mucho tiempo Mariana y tú lo sabes mucho mejor que yo (Le sonríe con burla al tiempo que le apunta con la pistola)

Mariana desencaja un poco el rostro, sintiéndose nerviosa por lo que Estela pueda decir. Doña María desde su asiento, teme que algo no salga bien. El detective Robles también escucha atento.

Estela: (a Mariana) ¿Por qué no le dices a Alexis quien mató a Marcela y a Manuel Saín?

Alexis: ¿De qué está hablando ella Mariana?

Mariana (nerviosa): No lo sé...

Estela: ¡Vamos! ¡Diles a todos que tú también eres tanto o peor que yo! ¡Eres una asesina!

Mariana: Estás loca, no sé de qué me hablas.

Estela: Lo sabes muy bien. ¡Deja de hacerte la idiota! ¿O quieres que te recuerde frente a todas estas personas un par de cosas muy oscuras que conozco de tu pasado?

El detective Robles les hace una nueva seña a sus hombres de no acercarse más a Estela.

Estela: (imitando a Mariana) "¿Por qué mamá? ¿Por que te tenías que ir? Estarías tan orgullosa de mí "

Mariana empieza a temblar. Alexis está totalmente consternado, sin entender nada.

Estela: Inocente de tu madre. Realmente no creo que ella haya querido ver la clase de loca enferma en que se convirtió su hija, por culpa de su propia mamá (Le apunta ahora a doña María quien abre los ojos como platos) ¡Sí, doña María! Usted es la mente maestra de todo, la que impulsó a su nieta a convertirse en una asesina por venganza. Sólo falta que le confiese a Alexis que usted también es su abuela.

Todos se sorprenden ante eso.

Estela: ¡Porque así es, señores! ¡Ella también es la abuela de Alexis! ¡Y tengo como comprobarlo!

Alexis (anonadado): Estás mintiendo, mi abuela está muerta…

Estela: Eso te hicieron creer siempre Alexis, pero no es así. María y Manuel fueron tiempo atrás empleados de mi abuelo, y a su vez eran pareja, pero se separaron luego de que Manuel matara a mi abuelo y ella se viera obligada a irse de la mansión con su hija, la madre de Mariana. ¡Hay muchas pruebas que delatan a esta señora!

Estela continúa apuntándole a doña María. Mariana aprieta la mandíbula y de sus ojos brotan lágrimas de ira.

Estela: Doña María sabía de todas las fechorías que cometió Manuel Saín junto con mi tía Carlota. Por eso, todo este tiempo, le inculcó a Mariana una venganza. ¡Fue ella quien mató a Manuel y a Marcela! Pero ellas pensaron que se saldrían con la suya (Comienza apretar el gatillo)

Mariana: (explotando de histeria) ¡No te atrevas a hacerle daño a mi abuela maldita desgraciada!

Mariana corre hacia a Estela e intenta quitarle el arma. Ambas jóvenes empiezan a forcejear. Alexis se acerca y trata de que ninguna de ellas, accione el gatillo por accidente. El detective Robles no sabe cómo intervenir.

EXT. / ESTACIÓN DE POLICÍA DE MIAMI / DÍA

Entretanto, Adela corre lo más rápido que puede sin detenerse un solo instante. Llega a la estación de policía para hablar con el detective Robles, sin embargo allí le informan que no está. Adela da vueltas sobre sí misma, sintiéndose desorientada.



Adela: (llevándose las manos a la cabeza) ¡Tengo que salvar a Estela! ¿Dónde? ¿En dónde puede estar?

Adela recuerda el acertijo: “En las bodas de un infierno, aleatorios serán tus ruegos, cuando al xilófono al atardecer una “s” le agregues a él”

Adela: ¡El acertijo! Menciona una boda y precisamente Alexis debe estar casándose hoy con Mariana. ¡El asesino lo va a matar allá! ¿Pero cómo llego? ¡Tengo que hacer algo! (Desesperada)

Adela vuelve a entrar a la estación de policía y se dirige a un policía, ayudante de Robles, el mismo que le informó que no estaba.

Policía: ¿Otra vez usted señorita? ¿Qué se le ofrece?

Adela: Usted tiene que saber en dónde está el detective Robles, ¿no? Yo sé que está atendiendo el caso del “Justiciero” y fue a una boda.

Policía (sorprendido): ¿Cómo lo sabe?

Adela (exasperada): ¡Simplemente lo sé y punto! Tiene que llevarme a esa boda, a la boda de Alexis Saín. Le aseguro que puedo serle de mucha ayuda al detective. ¡Por favor!

INT. / SALÓN / DÍA

El alboroto continúa. Estela y Mariana siguen forcejeando con el arma. Alexis intenta intervenir.



Doña María (asustada): ¡Mi nieta! ¡Hagan algo! (Les grita a los policías)

De repente, se oye un disparo. Todos en el salón se intrigan por saber quién lo recibió. Mariana se mira en el estómago y ve que ha sido ella a quien le impactó la bala. Doña María al ver eso, corre hacia ella. Alexis sostiene a su prometida.

Alexis: ¡Mariana!

Mariana se desvanece en brazos de Alexis, pero permanece con los ojos abiertos. Doña María se acerca a su nieta, llorando.

Mariana: Abu… abuela (Su vestido de novia contraste con el rojo de la sangre)

María: ¡No, Mariana! ¡Tú no te puedes morir mi vida! (Se aferra desesperada a Mariana) ¡Tú no te puedes morir antes que yo!

Detective Robles: (hablando por el radio de comunicación) Necesito que envíen una ambulancia en cuanto antes. Repito. Una ambulancia al salón “Miami’s Elegance”

Alexis (preocupado): Ya van a enviar una ambulancia Mariana. Resiste (Mira a Estela con odio)

Mariana: Yo sólo quería ser feliz contigo Alexis, aunque tú nunca supieras el verdadero lazo que nos unía (Le acaricia el rostro) Porque somos primos.

Alexis: ¡Eso es imposible Mariana! Estás delirando (Llora desesperado) Dime que no es cierto todo lo que dijo Estela.

Mariana: (ignorándolo) Quería que fuéramos felices, ya que yo nunca pude serlo. Tuve que… (Tosiendo) Tuve que soportar que cuando mi mamá muriera, mi padrastro abusara de mí… (Solloza) En ocasiones me obligada a acostarme con sus amigos

Doña María llora desgarrada. Alexis también llora sin poder asumir de inmediato lo que escucha.

Mariana: Mi abuela fue la única persona que me dio la valentía para sacarme de ese infierno y hacerme ver que debíamos hacer justicia para quitar del medio esas personas malas. Por eso, entré a trabajar como secretaria en la disquera de don Alfredo.

Alexis: ¡No, Mariana! ¡No puede ser! (La abraza llorando)

Mariana: Perdóname (Empieza a expulsar sangre por la boca) Tú fuiste otra persona que le dio luz a mi vida en un momento de oscuridad. Te amo, no lo olvides…

María: ¡Mariana! ¡No me dejes, mi niña! ¡Aguanta!

Mariana: (cada vez más débil) Te quiero mucho, abuela (La toma de las manos) Gracias por todo

Una lágrima brota del ojo derecho de Mariana. Ella dirige su mirada por última vez en Estela.

Mariana: Si en algo nos parecimos tú y yo, es que siempre fuimos víctimas de lo que hicieron nuestras familias en el pasado y sólo queríamos buscar después venganza.

Mariana le sonríe levemente a Estela y cierra los ojos. Doña María y Alexis intentan reanimarla.

Alexis: (moviéndola) ¡Mariana, despierta! ¡Abre los ojos, por favor! ¡Marianaaaa!

María: ¡Mi nieta! ¡Ay, mi nieta! ¡Mi Mariana! (Llorando desconsolada) ¡Marianaaaaaa!

Estela se siente muy consternada; aún tiene la pistola en su mano y se la sube lentamente a la cabeza, apuntándose, dispuesta a suicidarse. Cierra los ojos, pero en ese momento oye un grito que la detiene.



Adela: ¡Estela, nooooooooooo! (Grita desgarrada)

Adela entra corriendo al salón y detiene a Estela, quitándole el arma. Acto seguido la abraza. Estela también la abraza y ambas hermanas rompen a llorar.

Estela: (sumisa en el abrazo) Pase lo que pase conmigo, perdóname Adela. Perdóname (Se separa de ella)

El detective Robles se acerca y procede a esposar Estela. Adela no entiende.



Adela: ¿Qué está haciendo detective? ¡No puede arrestar a mi hermana!

Detective: Lo siento mucho por usted Adela, pero créame que sólo hago lo correcto.

El detective saca a Estela del salón. Otro policía, compañero de Robles, procede a arrestar a doña María, quien no quiere apartarse del cuerpo de Mariana.

María (histérica): ¡No me toque! (Intenta soltarse) ¡Tengo que estar con mi nieta! ¡Déjenme!

El policía se lleva a la fuerza a la desesperada anciana. Alexis llora, aún abrazando el cuerpo sin vida de Mariana, manchándose las manos de la sangre de la muchacha.

TRES AÑOS DESPUÉS

En la televisión, justamente en el canal Telemundo, Adela está presentando un programa especial. La chica se ve con un peinado diferente.



Adela: Hace tres años fuimos testigos de muchos acontecimientos de una gran estrella, una estrella que nos conquistó con su música y carisma y me refiero nada más y nada menos que a Ishtar Jade.

Mientras Adela habla, la cámara enfoca a Alexis, mirando el programa desde un televisor en una cafetería. También enfoca el interior de una cárcel, más específicamente dentro de una celda en donde se encuentra una mujer, escribiendo sobre un cuaderno.

Adela: A esta gran cantante, no la volvimos a ver y nos surgen preguntas como… ¿Qué ha sido de ella? ¿Piensa volver a los escenarios? ¿La volveremos a ver?

En la cárcel que se enfocó anteriormente, una guardiana le habla a la mujer oculta entre la penumbra.

Guardiana: Tienes visita.

Minutos después, la misma mujer llega hasta la sala de visitas. Es Estela, usando el uniforme de reclusa, desmaquillada y con el cabello recogido. Ya no es la misma cantante impetuosa, elegante y seductora de antes, aunque conserva un poco esa expresión de picardía. Estela se sorprende al ver que es Adela, su hermana, quien la visita esperándola sentada al otro lado del cristal transparente.


(Soundtrack que dura hasta la escena final)



Estela: (sentándose) Llegué a pensar que no te volvería a ver nunca más y menos visitándome en un lugar como este.

Adela (seria): Han pasado varios años desde la última vez que nos vimos y el hecho de que no haya venido antes, no significa que me haya olvidado de ti. Eres mi hermana.

Estela: No te preocupes. No te he reprochado nada. Me imagino que te tomaste tu tiempo para alejarte de tantos engaños y mentiras que te rodearon. Lo entiendo.

Adela: Hay muchas incógnitas respecto a tu desaparición de los escenarios, sin embargo no se ha filtrado ninguna información de tu verdadero paradero. ¿Qué harás cuando salgas de aquí?

Estela: No lo sé, pero el día se acerca. Pienso iniciar de nuevo mi vida, buscarme una casita para vivir y un trabajo. Es lo máximo que me merezco después de todos los errores que cometí en el pasado.

Adela: ¿Y qué harás con tu parte de la herencia del abuelo?

Estela: (sonriendo forzada) No quiero ese dinero. Por él se desataron muchas cosas malas. Por esa herencia murieron varias personas y surgieron muchos odios. Definitivamente no lo quiero. Dónalo a alguna fundación para niños enfermos, a un hospital, un orfanato, no lo sé…

Adela: ¿Estás segura?

Estela asienta con la cabeza. Estela empieza a narrar, enfocándose otras escenas.

Voz de Estela: Todos alguna vez hemos tenido ambiciones, codiciamos algo. Queremos forjar el futuro de acuerdo a como lo aspiramos…

PALOMA
INT. / CASA DE ALEXIS / DÍA




Alexis está observando el mar desde el balcón de su apartamento, acompañado de su esposa, Hilda, quien una vez fue su sirvienta. Hilda tiene varios meses de embarazo. Los dos lucen felices.



Voz de Estela: Pero muchas veces, esa ambición puede hacer que perdamos el límite y nos encaminemos por lo equivocado…

Se enfoca una foto enmarcada de Manuel Saín y de Carlota.

Voz de Estela: No medimos las consecuencias de nuestros errores y terminamos haciendo daño…

FLASH BACK



Carlota: ¿De verdad creíste que por probarte un collar, dejarías de ser la sucia de barrio bajo que eres? No mi amor. La que eres, serás y eso no lo puedes cambiar. Un collar de estos, no es para ti. Es demasiado valioso para alguien que vale tan poco...

Carlota mira con desmedido desprecio a Estela y se encierra en su cuarto. Estela se queda llorando destrozada y humillada

FIN DEL FLASH BACK

Voz de Estela: Y eso se torna en una cadena de no terminar…

FLASH BACK



Alfredo (nervioso): ¿Qué estás haciendo Estela? ¡Baja eso!

Estela: (apuntándole con el arma) ¡Muérete maldito!

Estela dispara

FIN DEL FLASH BACK

Voz de Estela: ¿Pero qué queda de todo eso si estás solo y en tu ambición, has alejado a los que más querías?

FLASH BACK



Mariana le sonríe levemente a Estela y cierra los ojos. Doña María y Alexis intenta reanimarla.

FIN DEL FLASH BACK

Voz de Estela: Por desgracia, algunos se dan cuenta muy tarde y no alcanzan a ver el sol en lo alto horizonte… Ese sol que ahora brilla para mí…

Días después, Estela sale de la cárcel, luego de haber pagado una condena de tres años por la muerte de Alfredo, la de Carlota y accidentalmente la de Mariana. La muchacha mira hacia el cielo con cierta tristeza y luego se ve como visita las tumbas de sus hermanos, Juana y Sebastián, poniéndole a cada uno un clavel blanco.



Estela: Hermanos…

Estela acaricia con nostalgia ambas lápidas, al tiempo que un par de lágrimas recorren sus mejillas. La muchacha se las limpia y se levanta del césped, se abraza así misma para después sonreír y mirar hacia el horizonte con la esperanza de que un mejor destino la acompañe.



FIN

No hay comentarios.:

Publicar un comentario